Pesquera prefiere mantener el misterio
El superintendente de la Policía, Héctor Pesquera, continúa mudo en torno a si seguirá al frente de la Uniformada a solo días de que termine su contrato con el Gobierno local.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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No suelta prenda.
El superintendente de la Policía, Héctor Pesquera, continúa mudo en torno a si seguirá al frente de la Uniformada a solo días de que termine su contrato con el Gobierno local.
El funcionario se limitó a señalar que se siente cómodo en su cargo y en la relación profesional que sostiene con el gobernador, Alejandro García Padilla. Indicó, además, que el anuncio sobre si se quedará en la Isla o si regresa a su cargo como director de seguridad de Puertos del condado de Miami-Dade, en Florida, la ofrecerá eventualmente en compañía del mandatario.
Mientras el jefe de la Uniformada respondía las preguntas de la prensa, a su lado su esposa, Marisol Pesquera, lo observaba atentamente y asentía a cada declaración.
Al cuestionársele si le gustaría permanecer en Puerto Rico, la mujer respondió: “Somos puertorros y nos encanta la Isla”.
“Los dos somos muy puertorriqueños, que no haya duda de eso”, agregó.
Las escuetas declaraciones se dieron durante una ceremonia para ascender a sargentos a 325 agentes en el Centro de Bellas Artes de Guaynabo.
Dos oficiales fueron ascendidos a capitán, 10 a primer teniente y ocho a segundo teniente.
“Esto es vital para Puerto Rico. Este año se han ascendido a más de 700 sargentos nada más. Eso es la importancia que le estamos dando a la primera línea de defensa”, expresó Pesquera en un aparte con la prensa luego de la ceremonia.
Pesquera destacó que, bajo su mandato, los ascensos se realizan por méritos y no por política. “Eso es una motivación increíble para estos muchachos que quieren mejorar”, señaló.
El superintendente rechazó que este alto número de ascensos sea una movida para enfrentar la potencial ola de jubilaciones entre agentes y oficiales de alta jerarquía a consecuencia de la propuesta de la Rama Ejecutiva para reformar el sistema de retiro de los empleados del Gobierno y la Judicatura.
“Esto responde a que había una merma en el ratio de supervisores y agentes. Y nosotros consistentemente hemos dicho que hace falta supervisión, principalmente de sargentos, que es el primer grado de supervisión”, dijo Pesquera.
“Es un plan que nos habíamos propuesto, de llevar los ascensos a un nivel más efectivo. Porque tener 20 personas para supervisar no es lo mismo que ocho o de 12”, agregó.
En la actividad estuvieron presentes familiares de los oficiales promovidos, así como oficiales de la alta cúpula de la Uniformada. Sin embargo, llamó la atención la presencia de Pedro Janer, director saliente de la Agencia federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés), quien –se rumora– podría sustituir a Pesquera.