La Ley 154 para el Bienestar y la Protección de los Animales posee las garras suficientes para procesar a aquellas personas que incurren en actos de negligencia o crueldad, sin embargo, todavía se observa laxitud en cuanto a su ejecución.

Así lo opinaron en entrevistas por separado, Maritza Rodríguez, directora ejecutiva de la Human Society of Puerto Rico, el presidente del Colegio de Médicos Veterinario Dr. Ricardo Fernández y la coordinadora alterna la oficina central de la Ley 154 del Negociado de la Policía, la agente Cynthia Cruz.

Rodríguez considera que es imperativo ofrecer una mejor educación para todo el País, en especial a los policías, fiscales y los jueces que atienden los casos de maltrato de animales a diario con el fin de sensibilizarlos con relación al trato justo que tiene todo ser con vida y evitar la impunidad.

“Es una ley que tiene las más altas (sentencias), en tiempo de cárcel, por ejemplo, no sé si recuerdas el caso de Milagritos, la yegua, que arrastraron (por una calle de Añasco en el 2010) y al señor le dieron 15 años de cárcel y eso aquí creó un precedente. Esa ley tiene unas herramientas brutales que entiendo, en mi opinión y en mi experiencia que no han sido exploradas”, puntualizó Rodríguez.

Otro caso que sentó precedente en la isla y contribuyó a crear una ley más robusta, fue el ocurrido para el 2007 cuando una compañía recogió decenas de perros y gatos y los arrojó por el Puente del Indio, lo que se conoce como la masacre de Barceloneta.

Recordó que todavía en Puerto Rico se trata con el “ay bendito” a los que cometen ese actos violentos y utilizó como ejemplo un incidente que ocurrió en el 2014 en el que el dueño de una perrita la atropelló accidentalmente entrando a su residencia y en vez de llevarla de inmediato al veterinario no lo hizo hasta una semana después cuando ya estaba en condición crítica.

“Coge una cortina del baño de su causa, la enrolla en la cortina, la asfixia, la mete en el baúl del carro y nos trae la perra, cuando nos damos cuenta la perra está viva...se someten los cargos, el juez le lee la ley, le dice el delito que comete y toda la historia...lo que le dijo fue no lo vuelva a hacer y no ha lugar y ahí terminó el caso...ahí estaba defraudado medio mundo”, narró Rodríguez.

Manifestó, que es urgente que se recobre la confianza en el sistema judicial y que se eduque desde niños a la población para que no se menosprecien las vidas de los animales. “La gente no sabe que esa es la base de toda sociedad, la compasión, si nosotros no somos compasivos con los animales, con los que no rodea, no vamos a ser compasivos con nadie”.

El pasado domingo el País se levantó consternado luego de que se revelara que el empresario Salil A. Zaveri, fue detenido el día anterior en el campo de golf del hotel Wyndham Grand Rio Mar, en Río Grande, por matar a tiros a una perrita. Este salió en libertad al prestar una fianza de $60,000. El imputado alegó que supuestamente se defendió.

Policía traslada a Salil A. Zaveri del cuartel de Río Grande hacia la comandancia de Fajardo para la radicación de cargos por dispararle a un perro en el campo de golf del hotel Río Mar.(alex.figueroa@gfrmedia.com)
Policía traslada a Salil A. Zaveri del cuartel de Río Grande hacia la comandancia de Fajardo para la radicación de cargos por dispararle a un perro en el campo de golf del hotel Río Mar.(alex.figueroa@gfrmedia.com) (Alex Figueroa Cancel)
Policía traslada a Salil A. Zaveri del cuartel de Río Grande hacia la comandancia de Fajardo para la radicación de cargos por dispararle a un perro en el campo de golf del hotel Río Mar.(alex.figueroa@gfrmedia.com)
Policía arrestó Salil A. Zaveri por dispararle a un perro en el campo de golf del hotel Río Mar.(alex.figueroa@gfrmedia.com) (Alex Figueroa Cancel)

Por su parte, el presidente del Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico, el doctor Ricardo Fernández, al lamentar la muerte del animalito, reconoció que los sucesos servirán para que la ciudadanía tome conciencia del problema, tras registrarse en las pasadas semanas casos de violencia que nos han estremecido.

“En el momento en que están ocurriendo los hechos, en que la ciudadanía está más sensible y está más pendiente de lo que significa violencia en general, este caso pues gracias a Dios se está dando a conocer en los medios, desgraciadamente es un caso de maltrato y nos apena que el animalito tuvo que pasar por eso, pero es bueno que la gente conozca que hay una herramienta y si se utiliza como se debe puede dar buenos resultados”, respondió Fernández.

Durante las conversaciones que ha tenido con colegas con experiencia y participación de procesos en los tribunales se le ha informado que estos casos tienden a caerse, bien sea por tecnicismos o por la dilación de las vistas, otros no llegan ni a radicarse, porque la gente no se anima a hacer ni una querella para documentar lo que sucede.

No obstante, aunque reconoció que es cuesta arriba sostener con prueba estos casos ante los tribunales, también resaltó otras situaciones en las que a los culpables se les ha aplicado el peso de la ley.

“Muchos de los casos, que no tienen que ser tan dramáticos como este que son de tres balazos o dos balazos en un área pública donde había gente haciendo el ejercicio del golf, pero se sabe que hay gente que los tienen solos, los amarran en un lugar, los atan a un árbol y apenas le dan agua y comida y esos son maltratos que muchos no se dan cuenta y son fáciles de documentar”, dijo el veterinario quien señaló que la omisión de cumplir con la obligación cuidar a un animal es también maltrato.

Sin precedente

Para la agente Cruz Carrión el crimen de la mascota del complejo hotelero de tres balazos, es uno sin precedentes en la isla, que no había visto en sus años de experiencia.

“Hasta el momento no habíamos tenido un caso así, es la primera vez que vemos un caso así, aunque todos los casos son diferentes...la gente dice que esta es una ley no sirve, que es una ley muerta, pero es una ley muerta para el que no la trabaja, esta ley vino para quedarse es buen robusta, está bastante completa”, comentó Cruz Carrión, quien posee 11 años de experiencia.

Explicó que uno de los cargos por los que fue acusado, el artículo 7, de maltrato agravado de animales, bajo la Ley 154, tiene una pena de 8 años y un día de cárcel y hasta un máximo de 15 años, multas de entre $10,000 y $20,000 y libertad en probatoria, pero en los cargos de causar grave riesgo a la seguridad y el orden público al disparar y por disparar o apuntar un arma de fuego, tendría que cumplir prisión porque no cualifica para el privilegio.

A su juicio, el sistema está fallando en los tribunales al momento de radicar cargos por estos delitos, a pesar de realizan investigaciones a fondo junto con la fiscalía.

Mencionó el caso de tres hermanos de Maunabo acusados el año pasado por colgar a una perrita adoptada por la comunidad los cuales cumplieron su sentencia en probatoria mediante un programa de desvío.

Tiro de gracia

Al preguntarle sobre declaraciones que se le han atribuido al imputado al empresario en el sentido de que presuntamente le hizo el tercer disparo para acabar con su sufrimiento de la perrita, advirtió que cualquier persona que tome tal acción de podría incurrir en un delito grave de cuarto grado.

Los policías están autorizados a hacer el disparo para terminar con su agonía si el veterinario no puede llegar al lugar y solo si son autorizados por el médico, no sin antes enviarle fotos y responder preguntas claves.

Solo cualifican animales con las vísceras expuestas, con la pata rota a nivel superior o inferior en animales grandes como caballos y vacas, porque por su peso no se pueden sostener en tres patas; o los que se sospechan que tienen la sangre envenenada y llevan horas sin poder moverse.

“La ley nos dice que el animal de tamaño tal que no se pueda transportar, porque tampoco podemos transportarlo hay que hacerlo en el mismo sitio porque no podemos causarle más daño y más sufrimiento del que él está teniendo en ese momento...también nos dice que toda persona que no esté autorizada y de muerte a un animal cometerá un delito grave en cuarto grado”.

Agregó que ni siquiera su supervisor puede darle esas instrucciones.

Perfil

Estudiosos en el tema han planteado que los motivos que llevan a un ser humano a convertirse en un maltratador de animales proyectan su frustración y los utilizan como chivo expiatorio; pretenden mostrar poder y autoridad, mostrar sumisión o infundir temor. También hacen daño como manera de diversión, para sentir placer al ver sufrir a otro o como parte de fiestas tradicionales como las corridas de toros, peleas de gallos o de perros.

“Yo siempre he dicho que la persona que maltrata a un animal de adulto es porque de pequeño lo maltrataban a él, la mayoría de las veces y él ahora se refleja haciendo eso mismo con un animal y la persona que maltrata a un animal de pequeño de grande los mata y mata a una persona y se queda feliz y campante”, aseveró Cruz Carrión.

Numerosas situaciones de maltrato de animales se extienden a las mascotas de las víctimas de violencia doméstica y de maltrato infantil, según las dos entrevistadas.

“Muchas mujeres deciden no salir porque no saben qué hacer con sus mascotas porque en muchos de los centros no permiten animales y no se quieren ir porque no quieren dejar el animal atrás, todas estas cosas ocurren en este país y nosotros tenemos que despertar ya, incluso cuando remueven niños (el Departamento de la Familia) y se quedan a gritos porque la mascota se queda atrás y nosotros hemos tenido que entrar y ponerlos en adopción”, argumentó Rodríguez

Mientras que la agente Cruz Carrión, por su parte, afirmó que las mascotas son utilizadas para atemorizar las víctimas de violencia doméstica y rememoró el caso de un hombre que lanzó por el balcón a un pez beta y un patito mientras discutía con su pareja, los cuales murieron y cumplió varios años de prisión.

Todos los entrevistados cifraron sus esperanzas en el éxito del Grupo Asesor para la protección y seguridad de animales creado por gobernador, Pedro Pierluisi Urrutia un día antes de los trágicos eventos en Río Grande ya que esperan que les provea un espacio para escuchar sus recomendaciones y propuestas.

Hasta el momento el Departamento de Justica no respondió la solicitud de este medio para que proveyera, si estaban disponibles, las estadísticas sobre convicciones por violación a la Ley 154 y/o los resultados de los casos procesados en los pasados años.