Los focos de violencia con los que comenzó el año 2023 se han concentrado en las áreas policíacas de Caguas y San Juan siendo atribuidos por el comisionado del Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR), Antonio López Figueroa, al narcotráfico bien sea de manera directa o colateral.

No obstante, en las estadísticas diarias extraoficiales que son un instrumento de trabajo del NPPR, el 66% de los asesinatos recientes permanece sin motivo establecido.

En lo que va de año se han reportado 8 asesinatos, seis más que en el 2022, entre ellos un feminicidio, un crimen por una discusión, tres casos de hombres calcinados y una doble ejecución. Algunas de las víctimas continúan sin ser identificadas, pero como son crímenes por acecho se teoriza que fueron motivados por el control de los puntos de drogas o por deudas, entre otras razones.

Así lo expuso López Figueroa, al culminar una reunión que estaba pautada desde el lunes pasado, para discutir con los 13 jefes de las áreas policíacas, los superintendentes auxiliares de Operaciones Especiales, de Operaciones de Campo e Investigaciones Criminales y el comisionado asociado Juan A. Rodríguez Dávila, los planes individuales para atajar la incidencia de delitos.

Los crímenes más recientes, incluyendo los últimos tres del año pasado, insistió en que tienen relación con el narcotráfico, con la excepción del crimen de Carmen M. Torruella Santiago de 60 años quien luego de la Despedida de Año fue asesinada de varios balazos en la cabeza y el rostro por su esposo Rafael López Jiménez de 64 años, quien se privó de la vida.

“Son casos de asesinatos por acecho, donde el asesino busca el momento vulnerable de su víctima y ahí le da muerte, la mayoría de los que han sido identificados ya tienen récord criminal e hicimos un grupo de investigación. No todas las muertes son secuelas de las intervenciones con narcotraficantes del año pasado. No todos son secuelas, son situaciones que surgen porque quieren adueñarse de otros puntos de venta de drogas ilícitas porque están generando mayor dinero y sucede este tipo de cosas o le falta alguna droga o le falta algún dinero por pagar y si no lo hacen toman venganza y dan muerte”, detalló el comisionado, al tratar de justificar las dificultades que confrontan para prevenir estos casos.

Entre las estrategias que discutieron comentó que, le darán continuidad al Plan 100 X 35 para intervenir con delincuentes que son investigados como sospechosos de incidentes violentos, según sus organigramas y la labor de las divisiones de Inteligencia Criminal y otros coordinados con agencias federales en otra escala.

López Figueroa, se reafirmó en que confía en que los ajustes en los planes integrados resulten en una baja en los asesinatos.

“Queríamos establecer estrategias en el nuevo año tanto con las superintendencias, tanto con el Negociado de Tránsito y el Negociado de Relaciones con la Comunidad porque vamos a darle continuidad a los operativos de Ley y Orden y Operativos Comunitarios, que son de suma importancia para nosotros. Vamos a estar identificando ciertos lugares donde realmente hace falta que entremos con el programa “Somos parte de tu Gente”, para que la ciudadanía se empodere de esos lugares, siendo la Policía facilitador entre municipios, agencias estatales, (organizaciones) sin fines de lucro y municipales”, sostuvo el funcionario.

El 1 de enero de este año, entre las 2:00 a.m. y las 2:37 p.m., en un período aproximado de 12 horas, ocurrieron seis asesinatos: dos en Trujillo Alto, dos en Río Piedras, Caguas y Aguas Buenas.

Doble asesinato

Mientras que, el primer doble asesinato del año ocurrió a las 2:00 a.m. de hoy, martes, cuando dos jóvenes entre las edades de 24 a 26 años fueron acribillados a tiros en el interior de una guagua Acura, color blanco y del 2014, mientras transitaban por el expreso John F. Kennedy en dirección de San Juan hacia Bayamón, tras salir de un hotel en Condado.

Se sospecha que el pasajero es un convicto federal de Cataño y el conductor es de Toa Baja. A pesar de que sus familiares llegaron a la escena tendrían que esperar por su identificación formal en el Instituto de Ciencias Forenses.

En la extensa escena se marcaron 240 casquillos de bala de diferentes calibres.