Félix Vázquez, de Vega Alta y quien se retiró de la Policía en el 2013, fue uno de los casi 600 agentes que llegaron desde temprano al Cuartel General de la Policía en Hato Rey, para recibir pagos por concepto de una deuda salarial que data del año 2004 y que nunca recibieron.

En octubre pasado, el gobernador Ricardo Rosselló Nevares anunció el comienzo del proceso para emitir pagos bajo una asignación millonaria.

Este año, los agentes recibirán $122 millones por concepto de nómina por ajuste salarial, los cuales son custodiados por la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP).

La deuda acumulada por diferentes conceptos con el personal activo e inactivo del Sistema de Rango y Clasificado del Negociado de la Policía data del 2004. Sin embargo, no fue hasta el 2009, que el Gobierno de Puerto Rico reconoció la deuda en los estados financieros de ese año.

Durante el año 2010, se comenzó a trabajar el cálculo de la deuda, pero se les debía el dinero desde el año 2004.

Primera Hora entrevistó a varios policías, algunos de los que llegaron antes de las 7:00 a.m. y salieron unas cuatro horas después, que se fueron satisfechos con el pago.

Otros no estaban nada de contentos.

Este fue el caso de Vázquez quien dijo que estaba “indignado” y se negó a recibir el pago y firmar un documento en el que renunciaba a hacer gestiones posteriores una vez recibido el mismo, según dijo a Primera Hora.

El exagente mencionó que le estaban dando $2,300 y le faltaban $34,000.

Según sus cálculos, la deuda acumulada incluye “83 feriados por el cambio de ley que autorizó ese pago;  más 480 horas a tiempo y medio…”

“Ahora quieren que yo desista de eso por dos mil y pico de dólares”, denunció.

Y en efecto, cuando a Vázquez le llegó su turno no firmó ni aceptó el pago. Tras la negativa, su caso fue evaluado por la comisionada auxiliar en Servicios Gerenciales, Sandra Clemente.

Una vez salió, Primera Hora lo abordó nuevamente.

“Cerca de $34,000 me los van a dar para la quincena que viene. Ya eso se resolvió. Se comprometió la secretaria auxiliar, fuimos a horas extras arriba y apareció todo”, confirmó al insistir en que si “firmaba desistía del pago de ese dinero”.

Por su parte, Clemente informó que “en el caso de él, que se le están debiendo dos conceptos adicionales, no tiene que ver con el ajuste. Es tiempo compensatorio y días feriados. Eso se continúa pagando porque eso es deuda”, sostuvo.

Otro exagente que se mostró indignado fue el sargento Wilfredo Román Méndez, quien se retiró en el 2014.

En su caso, explicó, le debían unos $24,000 y le dieron $17,000, menos las deducciones.

Argumentó que se sintió coaccionado para firmar el documento.

“Nos hacen firmar un documento con una cantidad de dinero; firmas ahí y no tienes más ningún derecho; no tienes derecho a la apelación y entiendo que eso no es legal”, dijo el vecino de Aguadilla.

Román cuestionó que si no le están pagando todo lo que le deben a los agentes, que “a dónde va a parar ese dinero”.

De otro lado, el exagente de Coamo Luis Antonio Rivera, que se fue en el 2013, se mostró conforme con el pago de $6,700. Confesó que era un pago que no esperaba y que “es ganancia como quiera”.

“Antes de irme tenía estipulado $14,995 y pico… Eran unos pagos por pasos y aumentos que se otorgaron… pero como recibí bastante de vacaciones y enfermedad, quizás parte de eso me cancelaba algunas cosas”, detalló.

En cuanto al documento dijo que lo firmó y que aceptó “la cantidad que se me está dando y que ya no puedo reclamar”.

De igual forma, Rafael A. Figueroa, quien se retiró en el 2016 tras 30 años de servicio, se fue contento con su chequecito.

A Figueroa lo llamaron ayer para decirle que pasara por el Cuartel General “que tenía algo aquí, pero no me dijeron cantidad”.