Los acusados del histórico operativo del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) pudieron conocer ayer de primera mano parte de la evidencia que desfilará en su contra, al ver el vídeo donde aparecen ofreciendo protección en una transacción realizada por agentes encubiertos en apartamentos de Isla Verde.

Decenas de los 133 acusados desfilaron cabizbajos y esposados a las vistas de fianza presididas por los magistrados federales Camille Vélez y Bruce McGiverin y, como si tratara de una puerta giratoria, regresaron al Centro de Detención de Guaynabo al serles denegada la posibilidad de fianza.

Pese a que los abogados de algunos imputados intentaron proyectar a muchos de éstos como ciudadanos modelos, la evidencia recopilada a través de las grabaciones inclinó la balanza en su contra.

En la gran mayoría de los casos, los jueces denegaron la fianza debido a que los acusados tenían en su posesión un arma de fuego durante la transacción. El magistrado McGiverin, por ejemplo, también consideró un agravante el hecho de que la gran mayoría de los detenidos fuesen agentes de ley y orden.

Prácticamente, todos los vídeos presentaron una misma escena en la que los dos principales protagonistas eran agentes encubiertos que hacían de vendedor y comprador de droga falsa empaquetada con sellos alusivos a la revista Playboy y los Yankees de Nueva York.

Los agentes esperaban con el vendedor por la llegada del comprador. Ante el ojo avizor de los acusados, uno de los agentes encubiertos verificaba por el contenido de los kilos y se marchaba del lugar. Acto seguido, los acusados eran remunerados por el segundo agente encubierto con sumas que en ocasiones superaron los $2,000.

Uno de los abogados defensores, Michael Corona, aseguró que las autoridades federales entramparon a los imputados. “Me pareció impropia la conferencia de prensa que había realizado la Fiscalía Federal sobre el operativo en que se discutió la prueba que más le convenía. Esto es lo que nosotros llamamos en Puerto Rico un pescaíto, en que se aprovechó de la necesidad que tenían los policías para un part-time . Incluso, se les había dicho a los policías que esto se trataba de un part-time y los federales montaron todo un teatro, un show”, indicó Corona.

Las imágenes de los agentes y los ciudadanos custodiando las transacciones contrastan diametralmente con los testimonios ofrecidos por algunos de sus familiares. Las vistas de fianza contra los acusados se extendieron durante todo el día de ayer, mientras decenas de personas esperaban afuera del Tribunal Federal para poder presenciar las audiencias.

“Esto ha sido desesperante e inexplicable, pero estamos confiados en el Señor. Mi hijo es una persona disciplinada y trabajadora. Esto ha sido algo muy triste” , indicó Manuel Hernández, cuyo hijo, Abimael, aparece en uno de los vídeos donde aparentemente se registra una transacción ilegal.

Otros ciudadanos aún no pueden salir de su asombro ante los arrestos realizados el pasado miércoles. “Nos hemos sentido muy apenados por esta situación. Somos una familia y tenemos unos valores. Sabemos que es inocente” , indicó el maestro retirado, Hiram Acosta, de 57 años de edad, sobre su sobrina, Brenda Acosta, una agente de la Policía de Vega Alta detenida en el megaoperativo.