Humacao. Erika Neris Díaz tenía una orden de protección contra su ex pareja, pero ella la había dejado sin efecto en diciembre pasado y apenas mes y medio después, el mismo hombre, Víctor Sánchez Vélez le arrebató la vida a golpes a la joven de 28 años que se ganaba la vida como técnica de uñas.

El caso es el primero que se radica en Humacao bajo la modalidad de feminicidio. Hay otros dos pendientes en Caguas y Canóvanas.

En este caso los hechos se remontan al pasado 12 de febrero en la residencia de la joven, en la urbanización San Cristóbal, en Las Piedras, donde en el mismo incidente también perdió la vida Kristian Molinari Suárez, con quien se alega que Erika, había comenzado una nueva relación sentimental.

La vista preliminar contra Sánchez Vélez, quien está preso con una fianza de $2.4 millones, estaba señalada para comenzar esta tarde en el Tribunal de Primera Instancia de Humacao, pero la jueza superior Yaritza Carrasquillo Aponte pospuso el proceso a pedido de la abogada de defensa, Luz Porrata Cotto. La letrada reclamó que no estaba preparada, pues solo entrevistó al imputado el pasado viernes mediante videoconferencia.

“Tengo que entrevistarlo varias veces más, incluso tengo que ir hasta la institución donde está recluido”, arguyó la abogada de la Sociedad para la Asistencia Legal (SAL). Sánchez Vélez no compareció de forma presencial al tribunal y se mantenía conectado a la vista mediante videoconferencia desde la Cárcel 705 del complejo correccional de Bayamón. El hombre encara dos cargos de asesinato en primer grado, artículo 193 y en relación a la muerte de Erika, se le radicó en la modalidad de feminicidio (193-E, incisos 5 y 6). También enfrenta dos violaciones a la Ley de Armas.

Erika M. Neris Díaz, de 28 años.
Erika M. Neris Díaz, de 28 años. (Facebook)

El Código Penal establece que se considerará feminicidio todo asesinato en el cual la víctima es una mujer y medien ciertas circunstancias. Los incisos 5 y 6 se refieren a que “el sujeto haya realizado actos o manifestaciones esporádicas o reiteradas de violencia en contra de la víctima, independientemente de que los hechos fueran denunciados o no por la víctima” y que “el victimario haya tenido o haya intentado establecer o restablecer con la víctima una relación sentimental, conyugal o de pareja, amistad, convivencia, intimidad, afectiva, de noviazgo o de confianza o cualquier otra relación de hecho”.

En sala 202 estaban los padres de ambos occisos y otros familiares permanecían afuera por las restricciones del COVID19.

Los fiscales, Miguel A. Hornedo, Daniel Feliciano y Pedro Anca, quienes dijeron al tribunal que estaban listos para ver el caso, anunciaron cuatro testigos: Cristian Hernández, Kamarily Rivera y los agentes de la Policía, Víctor González y Daniel Rosa.

“Tenemos que darle la oportunidad a la abogada para que se prepare adecuadamente. El caso es de unos delitos bien serios”, dijo la jueza. Carrasquillo Aponte fijó la vista preliminar para los días 27 y 28 de abril.

Fuera de sala, el fiscal Hornedo, quien dirige la División de Violencia Doméstica dijo a preguntas de Primera Hora que contaban con “la prueba necesaria para todas las etapas de procedimiento”.

No entró en detalles del objeto que causó la muerte a la manicurista. “Es un objeto contundente”, se limitó a decir cuando este medio le preguntó si la mujer había sido asesinada con un bate.

Hornedo confirmó que la difunta tenía una orden de protección contra su ex pareja, pero en una vista en el tribunal en diciembre pasado “ella la dejó sin efecto”. Indicó que Neris Díaz mantuvo una relación de entre dos a tres años con el imputado y al momento de los hechos no estaban juntos.

De acuerdo con la investigación inicial de la Policía, Neris Díaz se encontraba atendiendo a una vecina en la marquesina de su residencia donde hacía la manicura, cuando escucharon ruidos extraños. Neris Díaz entró a ver qué le había sucedido a su pareja, identificado como Kristian Rubén Molinari Suárez, de 43 años, y también la golpearon.

Como la manicurista no salía, su vecina entró a la casa encontrándose con la horrenda escena y alertó a las autoridades. También cobijó a un hijo de la víctima, de tres años, mientras llegaban las autoridades. A la mujer le sobreviven tres hijos, ninguno concebido con el agresor. La técnica de uña falleció en el hospital Ryder de Humacao.

Después de los hechos, Sánchez Vélez fue detenido por los investigadores en la intersección de la carretera PR-908 con la PR-30, en Humacao, mientras transitaba en un automóvil marca Toyota Corolla, color blanco.