Dos adultos y dos adolescentes fueron acusados esta madrugada por el asesinato de un guardia de seguridad de la compañía Falcon Securtity Corp., Alberto Eustaquio Drullard, cuyo cadáver fue localizado el sábado pasado en el baúl de su vehículo en el barrio Cacao de Carolina.

La autoridades arrestaron el jueves a Luis R. "Juancho" Massa O’Farril, de 19 años, junto a dos adolescentes de 15 y 16 años y durante la tarde del viernes, arrestaron en la residencia de su abuela a Luis B. Flores Calderón, de 28 años, todos vecinos de Carolina.

La jueza Yumara Serrano, del Tribunal de Río Grande, determinó causa para el arresto contra los dos adultos señalándoles una fianza total de $1 millón 200 mil, por los delitos de asesinato en primer grado, robo, escalamiento, corrupción de menores, conspiración y Ley de Metales. Los imputados fueron ingresados en el Complejo Correccional de Bayamón al no poder depositar la fianza.

 La vista preliminar fue señalada para el 22 de agosto, informó el director de la Rama Investigativa del Área de Carolina, inspector Jorge L. Luyando.

El Procurador de Menores renunció a la jurisdicción de los adolescentes los cuales fueron acusados como adultos por los mismos delitos de los adultos, con excepción de los cargos por corrupción de menores, señalándoles una fianza de $140,000 a cada uno.

Ambos fueron ingresados en la Cárcel de Jóvenes Adultos de Bayamón. Sin embargo, sus nombres no fueron divulgados y solo se informó que uno de los acusados vivía en un hogar sustituto.

El agente investigador Javier Rodríguez, consultó el caso con los fiscales Ileana Agudo y Jesús Bautista. Luyando, insistió en que “el móvil es el robo”, al preguntarle sobre los detalles del caso.

Los restos del guardia de seguridad Alberto Eustaquio Drullard, de 39 años y reportado desaparecido dos días antes, fueron localizados en el baúl de su auto Mitsubishi Diamante, color perlado, en un sector rural en un risco a unos 80 pies de profundidad.

Su auto fue lanzado por el precipicio, luego del asesinato de Drullard y cuyo cadáver se llevaron de los predios de la empresa Master Concrete de Carolina, donde prestaba vigilancia en medio de un robo de unos motores de construcción, entre otra propiedad.

El inspector detalló que los hechos ocurrieron cuando el cuarteto que frecuentaba un establo ilegal aledaño a la concretera irrumpió en la propiedad con la intención de robar.

“Sorprendieron al guardia de seguridad a quien le dispararon en dos ocasiones, lo montan en el vehículo (baúl) y lo abandonan en el barrio Cacao y huyeron en otro vehículo”, detalló el inspector.

Los delincuentes se robaron varias baterías, motores de construcción y otra propiedad que vendieron en un centro de acopio. “La investigación continúa porque ellos también le hurtaron al guardia de seguridad su pistola calibre .45”, sostuvo el oficial.

Luyando reveló que familiares y sus allegados encabezados por el vicecónsul de la República Dominicana en Puerto Rico, ya que la víctima era oriundo de ese país, estuvieron presentes durante el proceso y les agradecieron por la rapidez con la que se esclareció el crimen.

El guardia de seguridad hacía un año que trabajaba prestando vigilancia en la concretera.