Para el próximo 4 de junio, fue aplazada por el juez Jose Montijo, del tribunal de Mayagüez, la vista para dictar sentencia al ginecólogo Pablo Soto, de 62 años y  con oficina en San Germán, quien levantó las manos y se declaró culpable por dos cargos de agresión grave contra dos pacientes.

Inicialmente, Soto estaba imputado de dos casos de actos lascivos contra las dos mujeres que visitaron su consultorio entre los años 2009 y 2010.

Sin embargo, el fiscal general Obdulio Meléndez y el abogado de la defensa, Harry Padilla, llegaron a un acuerdo para reclasificar los delitos por unos de agresión grave, con el propósito de que el galeno pudiera cualificar para una probatoria.

Como parte del preacuerdo, el médico indemnizó a las perjudicadas y se comprometió a cerrar su oficina de médico y a entregar su licencia para no volver a ejercer más la medicina en Puerto Rico.

La vista fue reseñalada  para dar tiempo a que la Junta de Disciplina y Licenciamiento de Médicos le certifique al tribunal que  Soto no podrá volver a ejercer la medicina en la Isla.