Poco después que enterraran a Carmen Paredes, las autoridades se personaron a su residencia para ocupar evidencia como parte de la investigación para esclarecer su crimen.

El fiscal general Obdulio Meléndez y personal del Instituto de Ciencias Forenses (ICF) se allegaron a la casa de la urbanización Tierralta III en Guaynabo, donde Paredes fue asesinada de múltiples disparos en el área de la terraza.

“Hoy vinimos específicamente a buscar una propiedad que no es que esto se está otra vez analizando la escena ni recreando escena, ni que se quedó algo sin hacer. No, no, para que no empiecen las especulaciones (de que se dejó de hacer algo). Según va la investigación avanzado, surge que hay que ocupar una propiedad que sencillamente en aquel momento no había por qué ocuparla y ahora se decidió que valía la pena ocuparla”, dijo Meléndez al frente de la residencia.

El entierro de Paredes, al que acudió su esposo, Pablo Casellas, su madre, hijas, hermanos y amigos, fue en el cementerio La Piedad, en Cupey. Fue un acto solemne y privado.