“Todos lloramos”.

Una excursión familiar para acompañar a una niña de 10 años en una jornada para hacer una asignación escolar sobre las zonas históricas del pueblo de Jayuya, culminó con la trágica muerte de su progenitor a media mañana del domingo, en el área del río Saliente donde se encuentra La Piedra Escrita.

El director de la Oficina de Manejo de Emergencias de Jayuya, Edilberto Santiago, fue uno de los primeros en llegar a la icónica zona turística, pero en instantes se topó con la realidad de que no se trataba de un rescate, sino de la recuperación del cuerpo de Reynaldo Ramos, de 41 años. Mientras de fondo, resonaban los gritos de la niña rogando por ayuda para su papá.

Todavía con los sentimientos a flor de piel y la voz entrecortada, Santiago narró que rescatistas, personas civiles, policía, bomberos y los artesanos que se encuentran en la entrada de la atracción, se unieron para intentar salvar la vida y proteger a los familiares y amigos, entre los cuales había otra menor y personas de edad avanzada.

Katherina Figueroa, esposa de Reinaldo Ramos, compartió esta imagen tomada poco antes del accidente.
Katherina Figueroa, esposa de Reinaldo Ramos, compartió esta imagen tomada poco antes del accidente. (Captura)

“En el proceso de hacer una asignación, la niña de unos 10 años, había ido a diferentes zonas turísticas que comprenden culturalmente el histórico del pueblo de Jayuya, a tirarse fotos e iban hacia la zona turística que se conoce como el Museo El Cemí y Casa Canales, en la falda de Tres Picachos del barrio Coabey. Cuando pasaron, encontraron La Piedra Escrita atractiva, que es el área donde se encuentran los petroglifos taínos en el mismo caudal del río y bajaron a tomarse las fotos”, rememoró Santiago, a base de la información ofrecida por testigos y familiares.

Mientras se fotografiaban, una de las niñas resbaló y Reynaldo evitó que se cayera, pero se le desprendió una carterita. El hombre oriundo de Hormigueros la fue a recoger y se deslizó hacia un área profunda del río de unos 20 pies de profundidad.

A esa hora se encontraba Neylán Ortiz, quien había llegado al lugar junto a su esposo como parte de los paseos domingueros. Minutos antes había coincidido con la familia afectada, al estacionarse al lado. No se conocían, pero se saludaron.

Múltiples voluntarios hicieron lo posible por salvar la vida de Reynaldo Ramos.
Múltiples voluntarios hicieron lo posible por salvar la vida de Reynaldo Ramos. (Captura )

Neylán y su pareja bajaron primero por el paseo tablado, hicieron un recorrido de cinco minutos y se tomaron sus fotos.

Al ver que el grupo familiar se aproximaba y ver que Reynaldo se sentó sobre las piedras para echarle agua fría en las manos a las niñas, para que sintieran la experiencia, el matrimonio decidió regresar para darles su privacidad, para que compartieran en familia.

“Cuando voy subiendo, escuché a las nenas que comenzaron a gritar, pero pensé que era que estaban jugando, como hacen las nenas, que se ponen a tirarse agua. Yo le digo a mi esposo: ‘Escucha para allá, cómo están gozando las nenas’, lo tomamos como que estaban jugando. Cuando llego arriba, había otra pareja más, que ella era de Jayuya, y miro hacia el río y veo al señor flotando”, narró la mujer.

Su esposo bajó corriendo y el acompañante de la familia también se tiró al agua para sacarlo, pero como era un sitio profundo trataba y no lo alcanzaba. Neylán llamó al Sistema de Emergencias 9-1-1 y le comunicaron que ya las unidades estaban de camino.

Finalmente, uno de los artesanos, junto a otro ciudadano, lograron llevar el cuerpo a la orilla donde le practicaron maniobras de resucitación cardiopulmonar, pero no respondió.

“Estábamos todos llorando, viendo lo que estaba pasando allá abajo en el río”, exclamó la residente en Lajas.

Unidos para cooperar

Los artesanos jayuyanos no solamente fueron los primeros que asistieron en la recuperación del cuerpo, ya que fueron a ellos a donde acudieron las niñas para pedir ayuda, sino que sirvieron de consuelo a la familia para acompañarlos en medio del doloroso suceso.

“Esos voluntarios, esos angelitos ayudaron mucho en sentar a las personas, a las niñas y las personas mayores que andaban con ellos, los paramédicos, los bomberos, ni siquiera pensaron lo que había, se lanzaron al agua, cruzaron el río tratando de rescatar a la persona, pero lamentablemente no se pudo. Es algo bien trágico, créame que escuchar a la niña… había que tener mucho corazón y ver la fortaleza de la mamá, que no lloró frente a la niña y mantuvo el temple, aun cuando me decía: ‘Esto es una pesadilla’”, observó el director de la Oficina de Manejo de Emergencias.

Una funeraria local les ayudó para el levantamiento del cadáver mientras se movilizaba una de Hormigueros.

“Hubo una cooperación tanto de la comunidad de todas las agencias, todo el mundo se unió y está solidario”, agregó el funcionario con 20 años de servicio de los cuales 13 ha fungido como director de la oficina.

Indicó que alcalde de Jayuya, Jorge L. González, fue informado de inmediato sobre lo ocurrido y está consternado.

Al momento de los hechos no había crecida del río y las condiciones del tiempo eran favorables.

Durante esta semana se coordinarán ayudas psicológicas para el personal que participó en el rescate, que está afectado emocionalmente y frustrado por no poder salvar la vida del padre de familia, según se informó.

Santiago detalló que las primeras agencias en llegar fueron Emergencias Médicas Estatal y el Cuerpo de Bomberos de Jayuya, luego la Policía y rescatistas, entre otros recursos, sin mediar compromisos ni riesgos.

Relato de Neylan Ortiz, quien presenció el trágico suceso.
Relato de Neylan Ortiz, quien presenció el trágico suceso. (Facebook)

También elogió el compromiso de todos los rescatistas que llegaron a la escena para que la familia sintiera que no estaban solos enfrentando el deceso de su ser querido.

“Que Dios les dé mucha fortaleza para sobrellevar eso y que esa niña pueda superar lo que pasó con su papá, porque eso no va a ser fácil para ella”, finalizó por su parte, la ciudadana, quien también resaltó el trabajo realizado por todos los recursos que se movilizaron a la escena.

El agente Ángel Negrón, adscrito a la División de Homicidios del CIC de Utuado junto al fiscal Herminio González, investigaron la escena.

El domingo Katherine Figueroa Cruz, esposa de Reinaldo, compartió una imagen en redes sociales en las que aparece junto a él y su pequeña.

“Nuestra última foto!! Te amaré hasta el fin de mi vida”, escribió.

El alcalde de Hormigueros, Pedro García, por su parte, puso a disposición de la familia toda la ayuda necesaria para el sepelio de Ramos.

Indicó que la tragedia le toca muy de cerca, pues la viuda es su pariente.

“Era el esposo de una prima y duele muchísimo. Era un muchacho joven y trabajador. El municipio ayudará con los trámites para el sepelio”, lamentó García. Indicó que el hombre laboraba en el centro de distribución de Pan Pepín del mencionado municipio, mientras que Katherine se desempeña en las oficinas del CRIM de Mayagüez.

El matrimonio residía en la urbanización Estancias del Río en Hormigueros.