Abdiel Andino Maldonado llegó al área del expreso de Trujillo Alto en la madrugada del 7 de julio de 2010, luego de escuchar por el radio control que se escucharon detonaciones en el lugar. Allí encontró una mujer herida dentro de una guagua azul.

El agente de la Policía Municipal de San Juan, quien testificó este jueves en el juicio que se sigue en el Tribunal Federal contra tres miembros de la Organización de Narcotraficantes Unidos (ONU) imputados por este y otros crímenes, observó que la mujer vestía uniforme de la Policía y que sangraba. Fue entonces que, con la ayuda de unos policías estatales que también se personaron a la escena, la colocaron en una patrulla y la transportaron al Centro Médico en Río Piedras, trayecto en el cual comenzó a desmayarse.

"La dama como que se va. Le doy palmadas y le digo que me hable. Reaccionó y, para mantenerla despierta, le pregunto que de dónde es. Me dice que de Ponce, que está viviendo en Carolina y estaba de camino al trabajo. Como que se va de nuevo, le doy palmadas por la espalda. Le pido un paño al compañero para taparle la herida", declaró Andino Maldonado ante un jurado compuesto por 11 hombres y cinco mujeres, incluyendo cuatro suplentes, en la sala del juez federal, José A. Fusté.

"Tenía poca respiración y comienzo el diálogo nuevamente. Ya llegando al Centro Médico, ella vuelve y se va. Vuelvo a darle palmadas, abre los ojos. Me mira y me dice: 'Por favor, cuídame a mi hijo'. Le dije que se mantuviera fuerte, que iba a salir de esto y que ella iba a cuidar a su hijo", agregó Andino Maldonado, quien destacó que la mujer, que le dijo que se llamaba Blanquita, le logró decir que iba guiando cuando sintió un "cantazo" y estaba botando sangre por su costado derecho.

El sargento José Santiago Pérez, de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de San Juan, confirmó que mientras trabajaba en la investigación de la escena en el expreso de Trujillo Alto, supo que la agente Blanca de los Santos Barbosa, nombre completo de la mujer, falleció en la institución hospitalaria a causa de las heridas de bala que iban dirigidas a otro sujeto que transitaba por el lugar.

Santiago Pérez llegó por la mañana al lugar de los hechos, donde dijo que observaron un auto Toyota Tercel verde con un hombre sin vida en el interior, quien luego fue identificado como Manuel Medina Rivera.

Detalló que en el área se ocuparon más de 600 casquillos de distintos calibres, y también encontraron casquillos de bala disparados cerca de la verja del residencial Jardines del Paraíso, cercano al lugar.

Fue uno de los participantes de dicha balacera -convicto por el asesinato de De los Santos y otra muerte- quien explicó en sala lo ocurrido en el lugar a preguntas de los fiscales Jenifer Yois Hernández y Víctor Acevedo.

El miembro de la ONU indicó que esa madrugada estaba "el corillo" reunido en el residencial Las Dalias en San Juan. Cuando preguntó qué hacían, le dijeron que iban a disparar contra el residencial Jardines del Paraíso, territorio de la Rompe ONU, porque "los de Jardines estaban roncando y nosotros roncando pa' tras", refiriéndose a que había amenazas de parte y parte..

El hombre narró que se montó en una "pick up" y que uno de los acusados, Edwin Bernard Astacio Espino, se subió a otro vehículo junto a un grupo de sujetos a los que identificó como Jincho, Ken Y, Luis Joel, Mikey y Cripi.

"Como estaban roncando y nosotros roncando pa' trás, ellos (los miembros de la Rompe ONU) estaban llegando por una carretera y nosotros por otra. Jincho nos pide que empecemos a tirar al aire para confundirlos. Cuando voy a cambiar el peine, salen los de la Rompe ONU disparando en medio del expreso. Ahí empieza el tiroteo", dijo el testigo, con uniforme de preso.

Cuando se les acabaron las balas, regresaron a Las Dalias, donde escucharon por radio que los "enemigos" les dijeron que "mataron a una guardia, mataron a una guardia".

El testigo declaró además de un sinnúmero de asesinatos que cometió el otro coacusado, Luis Daniel Rivera Carrasquillo, mejor conocido como Danny KX, y otros hechos en los que participó el también acusado Ramón "Ramoncito" Lanza Vázquez.

El exdueño de un punto en el residencial Jardines de Sellés y gatillero de la ONU manifestó que asistió y/o presenció varios asesinatos, como el de Isaac Ortiz Rivera, a quien secuestraron en Las Parcelas porque supuestamente le había tirado a Jincho. Al momento de secuestrarlo, la víctima tenía un bebé en su brazos y le dijeron lo entregara a una de las mujeres en el lugar y luego lo llevaron a Las Dalias. Figueroa Cancel dijo que varias personas que estaban allí, incluyendo Danny KX, empezaron a interrogarlo que dónde estaban sus panas, y comenzaron "a darle cantazos". Narró que Jincho le apuntaba con un arma y le decía que hablara claro porque lo iban a matar, y que Ortiz Rivera contestó que si lo iban a matar, que no le borraran la cara (le dispararan en el rostro hasta dejarlo irreconocible). Le dieron golpes, lo amarraron por el cuello, le brincaron encima en el pecho. Luego, Danny KX se lo llevó en un carro "para matarlo" y poco después, se escucharon disparos.

Entretanto, el testigo indicó que la ganga mató a Orlando Medina Serrano, otro de los asesinatos por lo que son enjuiciados, porque "estaba haciendo muchas preguntas y el Jincho lo encontró raro".

El testigo habló de otro asesinato ocurrido detrás de una tienda cerca del residencial Jardines de Sellés, ocurrido en enero de 2010, y del asesinato de Víctor "El Nazi" el 8 de abril de 2010 porque un "guardia corrupto nos dijo que estaba choteando".

El testigo informó que está preso tras declararse culpable por dos cargos por participar de los asesinatos de De Los Santos y Medina Rivera, luego de ser arrestado en enero de 2011. Dijo que estuvo prófugo desde que bajó la acusación contra los miembros del residencial Jardines de Sellés en 2007, pero a preguntas del abogado Francisco Rebollo aceptó que no estaba seguro si había una orden de arresto en su contra.

"Yo estaba confuso porque fui al Cuartel General y saqué certificado de buena conducta y no me arrestaron ni na", dijo cándidamente, y luego agregó que fue sentenciado a seis años y medio de cárcel a nivel estatal por su vínculo con un tiroteo contra dos agentes de la Policía en el puente Teodoro Moscoso en abril de 2010.

Cuando el abogado de Anastacio Espino le preguntó si había llegado a un acuerdo con la fiscalía federal para no tener que cumplir cárcel de por vida, contestó que "se puede decir que sí".

Al preguntarle si era un asesino, el testigo de la fiscalía respondió: "Un asesino no. Un asesino es el que mata".

¿Usted no ha matado a nadie?, cuestionó el abogado.

-No.

¿Cuántas personas usted ha matado? ¿A ninguna?

-Sí... Yo estaba al lado de los que mataban, ayudaba a planificar, pero nunca halé el gatillo.

El juicio contra tres de los 32 acusados el año pasado por ocho cargos de asesinato, tres de tentativa de asesinato, intento de asesinato a policías, violaciones a la Ley de Crimen Organizado (RICO Act) y Armas continúa este viernes.

Anastacio Bernard también enfrenta cargos por el asesinato del piloto del helicóptero de la Policía Municipal de San Juan, Jesús Fernando Quiñones Santiago, ocurrido el 4 de mayo de 2010 en Río Piedras.