El secretario del Departamento de Seguridad Pública (DSP), Alexis Torres y el comisionado del Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR), Antonio López Figueroa, anunciaron hoy que retirarán a los agentes y supervisores asignados al plan de seguridad que se había implementado desde la pasada semana en el residencial Luis Llorens Torres, en Santurce, tras el crimen de dos policías municipales de Carolina y un agente estatal.

“Durante los días que los agentes estatales y federales estuvieron en el complejo de vivienda Luis Llorens Torres, se ocuparon drogas, armas, entre otros. Luego la División de Relaciones con la Comunidad del Negociado de la Policía realizó este fin de semana una actividad de impacto comunitario, en la que participaron decenas de residentes. Luego de estas acciones, hemos determinado retirar a los uniformados del lugar. No obstante, continuaremos vigilantes y trabajando arduamente en las áreas de alta incidencia criminal, impactando igualmente en la orientación y educación de la ciudadanía”, sostuvo el Torres, en un comunicado de prensa.

Mencionaron que este fin de semana se ocupó un vehículo marca Infiniti en las inmediaciones del residencial donde se ocupó dos pistolas, 14 cargadores, más de 100 municiones de diferentes calibres, tres libras de marihuana y más de un kilo de cocaína, pero no hubo arrestos.

El residencial se encontraba ocupado por el NPPR desde la tarde del lunes pasado tras ser abandonado en la calle Júpiter que ubica en la entrada hacia el complejo de vivienda pública el vehículo en el que era perseguido David E. Rivera Bátiz, de 25 años, quien era oriundo de Ponce y con un amplio expediente criminal, a quien se le imputaba el asesinato de los tres oficiales.

Durante la madrugada del día siguiente, el cadáver de Rivera Bátiz fue encontrado en un vertedero clandestino en la calle San José intersección con la marginal de la avenida Luis Muñoz Rivera en Santurce con un rótulo que leía: “Yo soy el responsable del asesinato de los guardia(s). Aquí está”.

No se han realizado arrestos de personas que ayudaran a Rivera Bátiz a escapar del residencial o de los responsables del crimen. El individuo era sospechoso de al menos una docena de asesinatos entre ellos era investigado como uno de los participantes del crimen de la “influencer” Pinky Curvy. Ambos han sido identificados por las autoridades como miembros de la organización Frente Armado Revolucionario de Cantera.

Por su parte, el comisionado del NPPR reiteró su llamado a los vecinos de esa comunidad para establecer vínculos con la uniformada para desarrollar un ambiente de respeto mutuo y promover la solución de problemas que les aquejan mediante la coordinación con otras agencias.

“La seguridad del pueblo puertorriqueño es responsabilidad de todos, es momento de unirnos como comunidad y juntos aportar para que nuestras calles estén libres de violencia. Así garantizaremos el derecho fundamental a la seguridad y convivencia ciudadana”, sostuvo López Figueroa.

También recalcaron su llamado a la ciudadanía para que colabore con las autoridades en el esclarecimiento de delitos llamado a la línea confidencial 343-2020.