La autopsia realizada por la patóloga Rosa Rodríguez en el Instituto de Ciencias Forenses al cuerpo de Keishla M. Rodríguez Ortiz, de 27 años, quien tenía un mes de embarazo, reveló que su muerte fue por asfixia por inmersión, confirmaron varias fuentes allegadas a la investigación.

El examen toxicológico detectó en su sangre rastros de fentanilo y heroína, mientras que el cuerpo tenía fracturas en el rostro, entre ellas en la mandíbula.

Estas revelaciones serían compatibles con parte de la información ofrecida por un testigo con conocimiento de lo ocurrido que se encuentra cooperando con el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) en el esclarecimiento del caso.

El cadáver de Keishla que estaba atado con cables y tenía bloques, fue lanzado durante la mañana de su desaparición, el jueves de la semana pasada, desde el Puente Teodoro Moscoso hacia la laguna San José, luego de que se le inyectara la droga. Los hallazgos de la pesquisa sugieren que estaba aún con vida.

De acuerdo con la investigación el 27 de abril, la pareja sentimental de la joven, el púgil Félix Verdejo Sánchez, contactó al ahora testigo de la fiscalía federal, a quien le pidió ayuda para la terminación del embarazo de la joven quien le había notificado que había arrojado resultados positivos en la prueba.

Dos días después, el 29 de abril, acordó reunirse con la víctima en su apartamento del residencial Villa Esperanza, en Cupey.

Verdejo Sánchez y el testigo llegaron al encuentro en la guagua Dodge Durango, mientras que Keishla, arribó en su vehículo Kia Forte, color gris oscuro.

La joven abordó la guagua de Verdejo Sánchez donde alegó que le propinó un puño en el rostro y le inyectó una sustancia que compró en un punto de venta de drogas del residencial Luis Llorens Torres, en Santurce.

Con la ayuda de la otra persona, le ataron las manos y los tobillos con un alambre, colocándole un bloque.

El testigo y participante manejó el vehículo de Keishla, mientras se dirigieron al puente Teodoro Moscoso donde dieron varias vueltas hasta que dispusieron de la joven al lanzarla a la laguna San José y se alegó que Verdejo le disparó a la víctima desde el puente. El casquillo fue levantado por el ICF.

Después se dispuso del vehículo de la víctima en un solar del sector Pueblo Indio del barrio La Central en Canóvanas, el cual fue recuperado media mañana del viernes pasado, luego de que varios residentes lo identificaran como el automóvil de la joven por la cual se había activado por primera vez en la isla la Alerta Rosa, la noche antes.

Verdejo, que se entregó a las autoridades federales durante la noche del domingo enfrentaría tres cargos federales por secuestro y “carjacking” que resultaron con la muerte de Rodríguez Ortiz y por matar a una criatura por nacer. El boxeador profesional se encuentra encarcelado y podría ser elegible para la pena de muerte.

Al presente, nadie más ha sido detenido con relación al crimen.

El Departamento de Justicia continúa evaluando si es viable la radicación de cargos por el delito de asesinato en jurisdicción estatal.