Se llevan del tribunal en ambulancia a mucama imputada de matar a compañera de trabajo
Paramédicos llegaron y la sacaron en silla de ruedas de la salan a Lissette Cotto Casanova y luego en camilla tapando su cara con una sabana hasta la ambulancia.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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Lissette Cotto Casanova, imputada por el asesinato de una compañera de trabajo en el hotel Wyndham Rio Mar Beach, en Río Grande, comenzó a respirar hondo y se veían sus hombros subiendo y bajando en medio de la vista preliminar en su contra.
Al momento en que su abogada Nélida Negrón, de la Sociedad para la Asistencia Legal (SAL) solicitó un receso previo a contrainterrogar a un testigo, alguaciles se le acercaron a Cotto Casanova y le preguntaron si estaba bien, a lo que contestó que no.
Acto seguido, desalojaron la atestada sala de la jueza Ada López Santiago, del Tribunal de Fajardo, y la enfermera del centro judicial llegó a asistirla.
Paramédicos llegaron y la sacaron en silla de ruedas de la sala, y luego en camilla tapando su cara con una sabana hasta la ambulancia.
Su hermano, Luis Cotto, se limitó a decir que "se puso malita", pero que "esta situación se pudo haber evitado por parte del personal del hotel".
Al momento, estaba declarando el agente José A. Quiñones, del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Fajardo, quien relató que el 23 de marzo pasado se le ordenó ir al hotel por una pelea entre empleados.
A preguntas de la fiscal Karina Murrati, Quiñones indicó que al llegar a la habitación 4139, vio el cuerpo de Elia Arizmendi Cantero en el piso del baño y a Cotto Casanova sentada en una de las camas.
El agente dijo que se le acercóo a la ahora imputada y le preguntó ¿qué paso?, a lo que Cotto Casanova le contestó: "nosotras peleamos".
El agente le leyó las advertencias de ley y se la llevó al CIC.
Allí relató que la mujer comenzó a contarle lo sucedido.
Le narró que Arizmendi y ella eran buenas amigas por años, hasta que asignaron a Arizmendi a trabajar en el mismo piso que ella del hotel.
Dijo que Arizmendi y otros comenzaron a burlarse de ella, a decirle "negra", "que no era nadie", "que no tenía nada", entre otras.
Agregó que supuestamente Arizmendi la amenazó diciéndole que "yo tengo mi gente, así que no me toques o te mato a ti y a tus hijos".
Tras los problemas y las quejas que llevo Cotto a la administración, las cambiaron de piso, pero ese día, volvieron a colocarlas a limpiar en el mismo nivel del hotel.
Ambas se encontraron y Cotto destacó que Arizmendi la miró y se rió.
Molesta, Cotto decidió ir a resolver el problema porque ya estaba "cansada". Asegura que fue tranquila a la habitación que Arizmendi limpiaba y que tenía la puerta abierta.
La imputada le relató al agente que Arizmendi estaba en el baño y le preguntó que cuál era el problema, y que Arizmendi se altera y le reitera que "tengo mi gente y te voy a matar a ti y a tus hijos" y empuja a Cotto. Cotto la empuja de vuelta y comenzaron a pelear.
Ambas caen al piso y Cotto le dice que no le va a hacer daño a sus hijos. En eso Arizmendi le pide perdón y que no le siga dando.
"(A la imputada) Le dio tanto coraje que se cegó y empezó a darle con todas sus fuerzas hasta que ve que Elia no se mueve y ella se pone de pie. La ve en el suelo y llama a seguridad a pedir que llamaran a la Policía y a Emergencias Médicas", relató el agente en sala.
La imputada ofreció la confesión bajo juramento y ante la fiscal.
La continuación de la vista preliminar se reprogramó para el 23 de mayo próximo.