Un hombre que se convirtió en el primer acusado en un caso de "sextortion" entre adultos en Puerto Rico permanecerá en prisión luego que el magistrado federal Bruce McGiverin le denegara fianza por la "robusta evidencia" presentada por las autoridades y la posibilidad que el sujeto represente un peligro a la comunidad.

No obstante, McGiverin expresó "serias reservas" sobre un cargo que se le imputa al sujeto, Mario Lebrón Cáceres, de 28 años de edad, por tráfico sexual mediante la fuerza, fraude y coerción. 

"Entiendo que el delito se conceptualizó para procesar individuos que someten a otros a la prostitución por la fuerza o al tráfico sexual", sostuvo McGiverin antes de preguntarle a las partes sobre las bases legales que se utilizaron para radicar el cargo.

Lebrón Cáceres fue arrestado el pasado Domingo de Pascua por supuestamente intentar sostener una relación sexual con una mujer de 33 años de edad con quien compartió imágenes explícitas mediante una aplicación de internet. El sujeto aparentemente le prometió a la víctima borrar o devolverle sus fotos desnudas a cambio de un encuentro sexual en un motel de Caguas. 

Agentes de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE-HSI) fueron alertados por la víctima de los aparentes intentos de extorsión de Lebrón Cáceres, un hombre casado que dirige una compañía de mantenimiento de piscinas, para concretar el encuentro sexual. 

La agencia grabó conversaciones telefónicas entre el acusado y la víctima, quien coordinó con las autoridades encontrarse con el sujeto en un restaurante de comida rápida en Caguas. El individuo creía que iba a poder recoger a la mujer para luego proceder al motel.

El acusado, que aparentemente hizo alarde de estar armado en comunicaciones con la víctima, aparentemente pidió sexo a la mujer en 12 ocasiones. Durante la vista de fianza se revelaron algunas de las comunicaciones del acusado y la mujer. El sujeto la amenazó con publicar sus fotos en una página pornográfica con contenido que se produce en Puerto Rico. 

"Mario, me estás destruyendo…No lo hagas por favor…Mario por favor contéstame, te lo suplico. No lo hagas, no tronches mi futuro, mi vida, que dirán mis hijos…no podré ejercer. Confié en ti", imploró la mujer en un mensaje de texto. 

Por su parte, el defensor público Giovanni Canino subrayó que su cliente no representaba un riesgo de fuga al carecer de un pasaporte y debido a que nunca ha viajado fuera de la Isla. También subrayó que el individuo podía permanecer bajo la supervisión de su esposa o madre. Ambas acudieron a la vista en el Tribunal Federal de Hato Rey. 

"Esto se trató de adultos que compartieron imágenes íntimas. Ella perdió toda expectativa de privacidad cuando envió sus fotos", indicó Canino, quien también rechazó conjeturas sobre el estado anímico o actitud de la mujer a base de sus mensajes de texto.

Pero el magistrado puntualizó que la mujer se encontraba en un claro estado de desesperación ante la posible publicación de sus imágenes.

Durante la vista también trascendió que un Gran Jurado Federal podría someter una acusación contra el comerciante que podría incluir un tercer cargo. 

"A pesar de las reservas expresadas por el primer cargo, la denuncia criminal satisface las bases para el cargo dos de extorsión interestatal", concluyó el magistrado.