Cabo Rojo.  La luz del Faro de los Morrillos en este municipio se vio afectada por un inmenso fuego forestal, que según el jefe de los Bomberos en la zona de Mayagüez, Pedro Rodríguez Garnier, afectó unas 90 cuerdas de terreno.

Brigadas de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) fueron  al lugar para evaluar los daños ocasionados por un poste  que se quemó en su totalidad.

El director de Obras Públicas municipal, Arturo Arroyo, confirmó que a eso de la 1:05 p.m. recibió una llamada de una ciudadana alertando sobre el fuego, y se hizo el contacto con el director de bosques.

Al lugar llegaron los bomberos forestales y de Puerto Rico, personal del Cuerpo de Vigilantes de Recursos Naturales, Obras Públicas municipal,  la Policía y otras agencias de manejo de emergencias. En media hora toda la gente que disfrutaba de un día de playa fue desalojada del área, que fue clausurada.

Arroyo informó que, afortunadamente, aunque no se han contabilizado las pérdidas,  el incendio no llegó  a la estructura del faro.

“Precisamente el alcalde (Roberto Ramírez Kurtz) salía de una reunión con directivos porque estamos preparando el plan de acceso vehicular para la apertura del faro que ha estado cerrado por dos años y reabrirá sus puertas el 25 de marzo”, comentó.

El Faro de los Morrillos acaba de ser remodelado mediantes trabajos de pintura, piso, baños, escaleras, la verja exterior del perímetro,  etc.

“La estructura, que es lo que compete al Municipio, no sufrió daño.  La torre del faro, que le pertenece al US Coast Guard, se afectó por un cable que se quemó”. Esto se debe a que la línea primaria que suple energía al faro se cayó porque uno de los postes se quemó en su totalidad,  informó Arroyo.

El Faro de Cabo Rojo  es un lugar histórico de Puerto Rico, construido en el 1882 por los españoles y que aún está en funcionamiento.

Para llegar al mismo se tiene que conducir a través de una calle no pavimentada por aproximadamente 15 minutos. El faro fue automatizado y clausurado en el 1967, pero el lente original se utilizó hasta por lo menos 1978. El Municipio de Cabo Rojo administra actualmente el edificio.

Mariela Fullana colaboró con esta historia.