La jueza Nerisvel C. Durán Guzmán del Tribunal de Bayamón señaló para el 12 de octubre el proceso de selección del jurado para el nuevo juicio contra Pablo José Casellas Toro, quien enfrenta cargos por asesinato en primer grado, violación a la Ley de Armas, destrucción de pruebas y por ofrecer una declaración falsa sobre un delito, por el crimen de su esposa Carmen Paredes Cintrón de 46 años, el 14 de julio del 2012.

Mientras que el 29 de septiembre la jueza citó a las partes a una vista sobre el estado de los procedimientos, confirmó la oficina de prensa de la Administración de Tribunales.

También Durán Guzmán evaluará varias mociones radicadas las cuales responderá sobre escrito, entre ellas una sobre publicidad excesiva.

El 28 de mayo del 2020, un panel de jueces del Tribunal de Apelaciones de Boston ordenó un nuevo juicio para Casellas Toro, basado en el dictamen del Tribunal Supremo estadounidense en el caso Ramos v. Louisiana que reconoció que la unanimidad es parte esencial del derecho a un juicio por jurado en las cortes estatales, luego de acoger la solicitud de sus abogados para anular el veredicto.

El hijo del fenecido juez federal, Salvador Casellas, es representado por el licenciado Harry Padilla, quien ha planteado que el requisito de unanimidad es solo para convicción, ya que a su cliente no le aplica el caso resuelto sobre las absoluciones por unanimidad, por considerarlo un asunto de retroactividad.

El 9 de septiembre de 2021, el Tribunal Supremo de Puerto Rico determinó que solo será válida la instrucción que explique al Jurado que tanto el veredicto de culpabilidad como el de no culpabilidad deberá ser unánime.

Es decir, que para declarar “no culpable” a una persona, se requerirá un veredicto unánime de parte del jurado.

El 21 de agosto del 2020, Casellas Toro, salió de prisión tras cinco años encarcelado luego de que su hija que para esa fecha tenía 23 años, fuera aceptada como su tercer custodio mientras es juzgado nuevamente y prestara la fianza. Este se encuentra en libertad bajo supervisión electrónica tras prestar la fianza de $2,000,000.00.

El 1 de marzo de 2015, el juez José Ramírez Lluch, lo sentenció a 109 años de prisión por el asesinato a balazos de su esposa en la terraza de su residencia en la calle Ruiseñor de la urbanización Tierralta III, en Guaynabo.

El jurado del primer juicio contra Casellas Toro, que se llevó a cabo entre el 2013 y el 2014, compuesto por seis hombres y seis mujeres, emitió un veredicto el 30 de junio de 2014 de 11-1, por lo que no fue unánime.

La teoría que presentó el Ministerio Público es que Casellas Toro fingió que fue víctima de un “carjacking” para reportar como hurtada la pistola FN Five Seven, la cual supuestamente usó para asesinar a la que fue su esposa por unos 20 años, presuntamente para evitar un divorcio contencioso respecto a la división de bienes gananciales.

Mientras que su defensa ha argumentado insistentemente que su cliente no tenía motivación para cometer el crimen.

El Ministerio Público es representado por los licenciados Iván Rivera, Edwin Ortiz, Gabriel Miranda e Iris M. López.