Sentenciado a 105 años de prisión el asesino de turista embarazada

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
PUBLICIDAD
Sólo una petición tenían los familiares de Sara Kuszak, la turista embarazada que fue vilmente violada y degollada por el asesino confeso Eliezer Márquez Navedo, quien ayer fue sentenciado a 105 años de prisión. Solicitaron que previo a que la jueza María I. Cartagena del Tribunal de Fajardo dictara su sentencia, se leyeran en sala algunos fragmentos de unas cartas que plasmaban el dolor, frustración y vacío que sufren a raíz de la “peor pesadilla” de sus vidas.
“Don Eliezer, creo pertinente que sepa el dolor y la pena que con sus actuaciones de gran crueldad causó, no sólo en la víctima y su familia, sino en todo el pueblo de Puerto Rico”, dijo la magistrada antes de autorizar a la fiscal Wanda Bonilla a leer las misivas. El hombre encogió sus hombros, bajó su rostro y escuchó detenidamente.
“Quisiéramos estar allí viendo a este tribunal enviar a la cárcel a Eliezer, pero eso reviviría las imágenes violentas de este evento”, comenzó la lectura de unas palabras expresadas por el novio de la víctima, Cheshire McIntosh.
Sin embargo, el momento más emotivo se suscitó cuando McIntosh describió lo desolada que está su vida desde que murieron las personas que más amaba en su vida: su novia y el hijo que tanto anhelaba mimar, y que nunca pudo nacer.
“Estoy en una casa vacía, con un piso desnudo y un cuarto que pudo estar lleno de amor, pero que ahora no tiene más que pena y coraje”, expresó a través de la carta, que provocó lágrimas en varias personas en sala, incluyendo a la fiscal y al mismo Márquez Navedo.
Dijo que en su mente quedará grabado el rostro “golpeado” de Sara, cuando tuvo que ir a reconocer su cadáver en Ciencias Forenses.
“Su señoría, por favor, piense detalladamente en esa imagen que se quedó en mi mente cuando considere la sentencia”, era el ruego del hombre, que solicitaba la “máxima sentencia” para el asesino.
Otra carta escrita por el papá de Sara, Thomas Kuszak, detallaba lo “devastado” que se siente el hombre por la pérdida de la menor de sus tres hijos.
“Imagino que algún día escucharé la puerta de mi casa sonar y ahí estará ella con su rostro sonriente”, expresó el hombre al asegurar que sus otros dos hijos, Gerald y Annmarie, también están “sumamente tristes” por lo sucedido con la “siempre feliz, buena y querida Sara”.