Un hombre fue sentenciado a 12 años y cinco meses de cárcel al ser acusado por conspiración de cometer incendio premeditado para cometer fraude electrónico, informó esta mañana el fiscal federal para el Distrito de Puerto Rico, W. Stephen Muldrow.

El acusado fue identificado como Rafael García Sánchez.

Según los documentos judiciales, García Sánchez, así como, Jean Gabriel García Charbonier y Jesús Torres Lazzu, alias “Bimbo”, conspiraron entre mayo hasta julio de 2016 para provocar un incendio y cometer fraude de seguros a través de comunicaciones por cable.

Por lo tanto, presuntamente acordaron incendiar las instalaciones físicas de la Organización Pro Ayuda a Personas con Impedimentos (OPAPI), en Río Grande. Para cobrar los beneficios del seguro y en apoyo de este esquema, García Sánchez se envió artículos por cable en el comercio interestatal.

García Sánchez solicitó la ayuda de García Charbonier, Torres Lazzu y Aponte Charbonier para incendiar las instalaciones físicas de OPAPI y luego presentar una reclamación de seguro fraudulenta ante Universal Insurance Company. Aponte Charbonier aparentemente prendió fuego a OPAPI con la asistencia de su hermano García Charbonier y Torres Lazzu, causando daños en el local y los bienes adentro.

Mientras iniciaba el incendio, Aponte Charbonier sufrió quemaduras y murió a causa de sus heridas el 10 de julio de 2016.

La fiscalía federal indicó que García Sánchez, con la ayuda y la complicidad de otros, presentó una reclamación fraudulenta de $250,000 ante Universal Insurance Company en relación con los daños en OPAPI en Río Grande.

El 11 de julio de 2016, García Charbonier informó falsamente a los agentes de la Policía que Aponte Charbonier sufrió quemaduras mientras trabajaba con un generador eléctrico en las instalaciones de OPAPI Casa Dorada en Yabucoa, una historia que concibió con Rafael y Raúl García Sánchez. Después de reportar esta información falsa, García Charbonier acompañó a las autoridades a las instalaciones de OPAPI Casa Dorada, donde encontraron una escena de accidente con un generador eléctrico dañado por el fuego.

Raúl García Sánchez fue acusado de un cargo de cómplice por ayudar a los otros acusados a montar la escena de un accidente que involucró un generador eléctrico dañado por un incendio en las instalaciones de OPAPI ubicadas en Yabucoa y se declaró culpable de cometer un delito grave. Mientras, García Charbonier y Torres Lazzu también se declararon culpables y cumplieron penas de prisión por su participación en el plan.

El fiscal federal adjunto Alexander Alum procesó el caso, mientras que personal de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) investigó el caso.