El caso criminal que se sometió contra seis policías por la mortal golpiza que recibió un joven de 19 años durante unas celebraciones electorales en Yauco, en noviembre de 2008, concluyó hoy, viernes, con las últimas sentencias emitidas contra dos de los acusados, quienes cooperaron con las autoridades federales. 

El juez federal Juan Pérez Giménez sentenció al ex policía Jimmy Rodríguez Vega, de 38 años, a dos años y nueve meses de prisión, por un cargo de violación de derechos civiles. Mientras, al otro acusado, David Colón Martínez, le impuso una pena de dos años de cárcel, por un cargo de perjurio. 

“La filosofía de esta corte durante los pasados 35 años ha sido mostrar la mayor indulgencia posible para aquellos que cooperan con el Gobierno”, sostuvo el juez antes de emitir las penas. 

Seis acusados en este caso fueron arrestados por las autoridades por su envolvimiento en los hechos, aunque no todos participaron en la agresión que culminó con la muerte del joven. 

Algunos mintieron durante entrevistas realizadas por un gran jurado federal y por agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) con la intención de encubrir las actuaciones criminales de sus compañeros uniformados, según trascendió en el proceso judicial y así lo admitieron también los propios implicados.

“Su Señoría, quiero pedirle disculpas a los familiares del joven, ya que no fui suficiente hombre para señalar a las otras personas por temor (a posibles represalias) contra mi familia”, sostuvo Colón Martínez, mientras algunos familiares de la víctima lloraban desconsoladamente en la sala presidida por Pérez Giménez. 

Rodríguez Vega, por su parte, también se dirigió directamente a la familia de Irizarry Pérez mientras aceptaba su culpa. 

“Quiero disculparme con la familia del muchacho. Estoy arrepentido por el grave error que cometí esa noche. Pido disculpas. No les puedo devolver a su hijo”, sostuvo el acusado. 

La investigación de las autoridades apunta a que los uniformados agredieron a Irizarry Pérez y a su padre sin justificación alguna durante una fiesta de barrio tras los comicios electorales.

Los agentes atacaron al joven cuando éste intentó escudar a su padre de golpes que le propinaban los uniformados después que uno de ellos le preguntara "si era guapo".  La víctima, quien murió mientras recibía asistencia médica en una instalación hospitalaria, fue herido mientras era sujetado por un policía.

“Es como si hubiese pasado hoy mismo. Uno nunca se recupera. Ellos piden perdón y hablan de su familia mientras nosotros seguimos con el dolor latente”, lamentó Betsy Pérez Rivera, madre de la víctima al salir de la sala judicial.