Nelson Rivera Cruz, el hombre acusado de asesinar a su pareja a machetazos hace dos semanas, llegó hoy al Centro Judicial de Caguas donde tenía pautada una vista preliminar en la sala 301, ante la jueza Alicia Velázquez Piñol.

Sin embargo, ni siquiera pudo contestar las preguntas de su abogado antes de entrar a sala, ya que se encuentra severamente golpeado, aparentemente producto de una paliza que recibiera en la cárcel donde se encuentra confinado.

José Pérez Rivera, abogado de la Sociedad para Asistencia Legal (SAL), indicó a la jueza que trató de entrevistarse hoy con Rivera Cruz pero el estado del hombre se lo impidió.

“Nosotros no pudimos conferenciarlo (entrevistarlo). Tenía muchas heridas”, dijo el letrado.

Rivera Cruz enfrenta cargos de asesinato en primer grado y violaciones a la Ley de Armas por matar a machetazos a su pareja Nadgie Cintrón Vázquez, de 43 años, en la urbanización Villa Nueva de Caguas, hechos que supuestamente admitió a un operador del 9-1-1, según ha indicado la Policía.

  Los hechos ocurrieron el pasado 10 de septiembre cuando el hombre presuntamente se armó de un machete con el que hirió a su pareja en un hombro, el rostro y el cuello, causándole la muerte en el acto.

 Posteriormente trascendió que el sujeto había matado a otra mujer en 1998, también a machetazos. 

El acusado, quien duerme en el complejo correccional de Bayamón, no fue subido a la sala para su proceso judicial.

 El abogado contó en sala que le hizo varias preguntas básicas a Rivera Cruz como dirección y seguro social, y el confinado no le respondió. El imputado, según indicó, pudiera sufrir alguna condición mental o quizás necesitaba alguna medicina o estaba sobremedicado, explicó el letrado.

A solicitud de la defensa, la jueza ordenó que un psiquiatra del estado evalúe la condición médica de Rivera Cruz y que se celebre una vista de procesabilidad el próximo 8 de octubre. Luego, habrá una vista de status en la que se podría pautar una nueva fecha de vista preliminar, esto si se entiende que el imputado está apto para ser procesado judicialmente.

Fuera de sala, Pérez Rivera detalló a este medio la condición física que apreció en Rivera Cruz, quien se encontraba separado del resto de los confinados en las celdas del Tribunal de Primera Instancia de Caguas.

“Ahora mismo tiene un golpe en el labio, el labio ‘rajao’, un ojo morado, varios golpes en la cabeza y tiene puntos (de sutura) recién tomados”, expresó el letrado.

Pérez Rivera dijo desconocer cómo fue la golpiza y tampoco ha podido conseguir información que le aclare lo sucedido.

 “No sabemos si fueron los confinados u otros oficiales de corrección. Lo único que me dicen (los oficiales de corrección que lo trasladaron hoy) es que ese muchacho está bien golpeado. Ellos me indican que para la fecha que lo trajeron para la entrevista (inicial con SAL la semana pasada) estaba hospitalizado”.

El fiscal Francisco González tampoco tenía información sobre los golpes.

 “Aparentemente le dieron una paliza en la cárcel”, dijo el fiscal al ser abordado fuera de sala.

(Subtítulo) Alega fue agredido antes de entrar a cárcel

Por su parte, César Fiallo, portavoz del DCR, indicó que el pasado 19 de septiembre Rivera Cruz fue atendido en la unidad médica de la institución 705 de Bayamón en la que se encuentra. En ese momento, el confinado dijo que había sufrido una caída.

 “A raíz de los señalamientos de hoy en el tribunal, se estarán haciendo las entrevistas correspondientes para determinar si hubo algún incidente adicional”, indicó Fiallo en entrevista telefónica.

Posteriormente, el portavoz informó que el confinado fue entrevistado al regresar al complejo correccional y alegó que los golpes los recibió en la calle, antes de ingresar a prisión.

 Fiallo sostuvo que al momento de ingresar en la institución carcelaria el pasado 12 de septiembre, Rivera Cruz ya presentaba marcas de golpes en el cuerpo e indicó que en estos momentos se encuentra asignado en un área protectiva dentro de la penitenciaría, como suele ocurrir con casos de este tipo de acusación, para evitar precisamente, incidentes de agresión en su contra.