Fajardo. “Por miedo”. Esa fue la razón para no confesar de inmediato lo que sabía sobre el asesinato de la fiscal Francelis Ortiz, según declaró en corte Alexander Serrano Figueroa, uno de los cuatro jóvenes que siguieron el vehículo de la abogada hasta interceptarla a la entrada de su hogar, en el barrio Guzmán de Río Grande. 

A preguntas de la Fiscalía, Serrano Figueroa dijo  que por temor a su seguridad y la de su familia se quedó callado, pero que una vez arrestaron a los hoy acusados, prestó la declaración jurada sobre el fatal ataque..

Ayer, el abogado Edmundo Ayala intentó minar la credibilidad de Serrano Figueroa y le cuestionó si se consideraba honesto. Cuando le respondió que sí, preguntó cómo podía considerarse honesto si  robó entre 15 y 20 vehículos previo a los hechos en cuestión. 

Ayala argumentó que el joven no ha sido acusado, por lo que no cumpliría cárcel por el crimen, pero el testigo dijo que no le han prometido nada.

Serrano Figueroa guió el carro en el que iba Daniel Vázquez Cubilete, quien presuntamente disparó y mató a la fiscal.