La anciana que permanecía cautiva en su residencia en Toa Baja, supuestamente víctima del engaño del guardia de seguridad Gioverti García Cabello, se encuentra recibiendo ayuda psiquiátrica y testificará en la vista preliminar contra el imputado, que hoy, viernes, fue reseñalada para el 14 de noviembre.

La perjudicada, Adela Mendoza Colón, de 85 años, llegó a la sala 403, del Tribunal de Bayamón, acompañada por su hija, Adele Cotto, quien fue que descubrió a su madre en cautiverio en su casa de la urbanización Levittown el pasado 10 de octubre.

Cotto, residente del estado de Nueva York, se trasladó a la Isla preocupada por el paradero de su madre, tras haber perdido la comunicación con esta, y la halló deshidratada, viviendo en condiciones infrahumanas y rodeadas de 17 perros, de los cuales 16 habían sido llevados a la casa por el imputado. Entonces, denunció la situación a la Policía.

La investigación sobre el caso apuntó que el sujeto se apropiaba del dinero que recibía la anciana por concepto de seguro social y de retiro.

En contra del hombre, pesan cargos por restricción a la libertad, apropiación ilegal y maltrato a envejecientes.

Hoy, el abogado Félix Cifredo alegó ante el juez Rafael Villafañe Riera que necesitaba tiempo para realizar unas investigaciones sobre el caso.

El fiscal Obdulio Meléndez Torra, en cambio, informó que se encontraba preparado. Incluso, dijo que la víctima testificaría en sala sobre la relación con García Cabello y los supuestos engaños a los que este la sometió.

La anciana está recibiendo ayuda psiquiátrica y le asiste en el proceso judicial la técnica social de Asistencia para Víctimas de Delito, Adalgisa Báez, se informó.

En sala también estaba el agente Pedro Quiles Vega, quien dijo ser conocido de Cotto desde hace más de 10 años por ofrecerle servicios de mantenimiento de patio. Relató fuera de sala que le había advertido a Mendoza Colón que García Cabello no le parecía un hombre confiable.

 “Es que ella es una persona bien, bien buena. Ella es bien noble y generosa”, la describió.

“Este individuo (García Cabello) se le acercó, le dijo que la iba a ayudar, que le iba a hacer la compra y, como vio que ella era tan y tan amable, se aprovechó de ella. La llevaba a cambiar el cheque y se lo metía al bolsillo y a ella la encerraba y se llevaba las llaves”, comentó Quiles Vega.

Indicó que luego también supo que pasaban días antes de que el acusado le llevara comida a la señora.

Quiles Vega estuvo en el momento en que la mujer fue sacada de la residencia para ser llevada al hospital y narró que mientras un grupo de vecinos intentaba ayudarla el pasado 10 de octubre, García Cabello llegó y alegó que Mendoza Colón era “su novia”.

Por su parte, el agente municipal Ángel Rodríguez Medina, en destaque en la División de Delitos contra la Propiedad y Fraude en el Centro de Investigaciones Criminales de Bayamón, explicó que Mendoza Colón era una mujer independiente “que cayó en un patrón de engaño” y que por ello se siente avergonzada.

“Ella (Mendoza Colón), hasta ese momento (cuando conoció a García Cabello), se manejaba sola. Pero esta persona (García Cabello) fue alejándola de sus vecinos, de sus familiares, le controlaba el teléfono, no quería que su hija se comunicara con ella”, apuntó el agente.

La octogenaria se encuentra bajo el cuidado de su hija, quien se mantiene en Puerto Rico acompañándola. Les brinda ayuda una amiga de la infancia de Cotto, Damaris de la Torre.