“Tuve que matar al otro”.

Estas son las palabras que William Ojeda Ramos, testigo principal del caso criminal por el asesinato de Héctor “Macho” Camacho, le atribuyó, este lunes, a Luis Ayala García, alias “Pájaro”, en la noche del asesinato del exboxeador, quien se encontraba en el vehículo de su amigo.

Camacho y su amigo, Adrián Alberto “Yamil” Mojica Moreno, estaban juntos cuando fueron baleados frente a un negocio en Bayamón en la noche del 22 de noviembre de 2012.

Por la muerte de ambos, la fiscalía presentó cargos de asesinato en primer grado y conspiración contra Ayala García, Wilfredo Rodríguez Rodríguez, Joshua Méndez Romero, Juan Figueroa Rivera y Jesús Naranjo Adorno.

Ojeda Ramos relató que los cinco acusados habían estado reunidos, en la noche del 20 de noviembre de 2012, en el residencial Brisas de Bayamón. El testigo llegó al lugar de la reunión, para traer un vehículo Jeep gris, que pertenecía a otro individuo de la organización criminal. Entonces, vio cómo supuestamente tres de los acusados abordaron el vehículo.

“Me entero por boca de ‘Fredo’ que iban a matar a Yamil”, declaró Ojeda Ramos durante la vista preliminar en alzada, en referencia a una presunta conspiración para asesinar a Mojica Moreno, el amigo del exboxeador. Se refirió por ‘Fredo’ a Rodríguez Rodríguez, quien se encontraba en uniforme azul, esposado de manos y sentado frente a él.

Ojeda Ramos había declarado previamente que conoció a los imputados mientras participó del trasiego de drogas en el residencial Rafael “Falín” Torrech, en Bayamón.

El testigo contó que durante los hechos había permanecido en una esquina del residencial Brisas de Bayamón, junto a uno de los dueños del punto de droga, a quien llamó únicamente por el apodo “El Bizco”.

“Se escucharon unas detonaciones. La guagua (Jeep) estaba atravesada delante del vehículo de ‘Yamil’, que era un carro color oscuro”, mencionó, justo antes de añadir que luego, “se hizo una detonación (adicional) a Macho Camacho, que era quien estaba montado en el vehículo”.

Ojeda Ramos reconoció que tenía el campo de visión limitado, a causa precisamente de la guagua gris que estaba atravesada frente al vehículo donde andaba Camacho. “Solo vi a un individuo que se bajó, que era ‘Pájaro’, y lo vi entrar al (otro) vehículo. Se inclinó hacia dentro del vehículo y hubo una detonación”, contó.

Las otras tres personas en el Jeep, según el testigo, eran los acusados Naranjo Adorno y Méndez Romero, así como otro individuo de nombre Sebastián.

El testigo indicó que después de que se montó Ayala García, el vehículo arrancó a toda prisa. Tras pasar el carril del solo, dos de sus tripulantes se bajaron en el residencial, mientras los otros dos siguieron en dirección a Cataño, alegó. Ojeda Ramos identificó a los que se bajaron como ‘Pájaro’ y Sebastián.

“Los esperamos allí a que llegaran. ‘Pájaro’ le dice al ‘Bizco’: ‘Tuve que matar al otro’”, relató Ojeda Ramos, en la sala del juez Rafael Villafañe Riera.

Agregó que Ayala García, supuestamente, le entregó, al día siguiente las dos armas que utilizaron en el crimen, para que las guardara. Las describió como pistolas glock, una de ellas de calibre .45 y color negro; y la otra de calibre .40, con tonos crema y negro.

“Él personalmente me dijo que lo había matado”, contó el testigo quien ha tenido varios casos por sustancias controladas. Se refirió nuevamente a Ayala García como quien hizo los disparos que aniquilaron a Camacho.

Al momento de la publicación de esta historia, los abogados de defensa habían comenzado el contrainterrogatorio, el cual estaba proyectado para extenderse hasta las 8:30 p.m.