El segundo día de juicio por jurado contra Jay O’Neill González Mercado por el asesinato de Rosimar Rodríguez Gómez continuó ayer con el testimonio de Zaida Martínez Rodríguez, quien presenció el momento en que su prima fue secuestrada el 17 de septiembre de 2020 del hogar que compartían en el barrio Sabana Seca, en Toa Baja.

Ante la presencia del jurado y la jueza Carmen Otero Ferreiras, en el Tribunal de Bayamón, Martínez Rodríguez testificó que Rosimar llegó a su casa a las 9:00 p.m. de ese jueves “nerviosa, pálida, rara, asustada”, luego de celebrar con su familia el cumpleaños de su abuelo, en Cayey.

La testigo narró que Rosimar hizo varias llamadas al teléfono celular de su expareja, Jolenis Soto Adorno. Indicó que su prima también utilizó su teléfono para llamar a Soto Adorno.

En ese momento, Rosimar insistía en que tenía que enviar un “pin” a Jolenis con la dirección de la residencia en Sabana Seca, lo que Martínez Rodríguez encontró raro, pues aseguró que Jolenis “sabía dónde nosotras vivíamos”.

Visiblemente afectada, Martínez Rodríguez describió el momento en que un hombre llegó a la residencia en un vehículo Suzuki SX4 blanco, se estacionó frente a la casa, se bajó del carro y comenzó a gritarle a Rosimar, quien estaba en un muro frente a la casa de dos niveles “para esperar a Jolenis”.

Según la prima de la joven de 20 años, el hombre le preguntó a Rosimar, “¿quién carajo tú eres?” en dos ocasiones, a lo que esta no respondió. Este luego le gritó “móntate” y la empujó hasta el asiento del pasajero del carro. Martínez Rodríguez describió al individuo como un joven flaco, trigueño y “un poco más alto” que Rosimar, quien medía aproximadamente 5′′4″″.

La testigo dijo que llamó a la Policía, pero enganchó y luego envió un mensaje de texto por la aplicación de WhatsApp a Rosimar, a las 9:23 p.m., pidiéndole que le enviara un “pin” de su ubicación. Rosimar no contestó.

Martínez Rodríguez realizó más de una docena de llamadas a Rosimar y otros familiares, así como otra llamada a las autoridades, a las 9:56 p.m.

Durante el contrainterrogatorio, el abogado Manuel Morales Schmidt preguntó a la testigo si podía identificar a González Mercado como el hombre que secuestró a Rosimar, a lo que Martínez Rodríguez contestó que no. El licenciado también buscó demostrar en sala la estatura de su cliente, en un aparente intento por distanciar al imputado de la descripción que ofreció la testigo sobre la estatura del secuestrador, pero la jueza no lo permitió.

González Mercado enfrenta cargos criminales de secuestro, asesinato, violaciones a la Ley de Armas y declaración o alegación falsa sobre delito. El joven está ingresado en el Complejo Correccional de Bayamón tras violar las condiciones de libertad supervisada en otro caso de asesinato.