En la continuación de la vista preliminar contra Edison Merced Olivera, uno de los dos acusados por el asesinato del narcotraficante Carlos Giovanni Báez Rosa, mejor conocido como Tonka, la defensa, encabezada por el abogado Jorge Gordon, insistió en restarle credibilidad al primer testigo que presentó la fiscalía, al señalar una serie de inconsistencias y omisiones entre lo testificado en las declaraciones juradas y lo dicho en sala.

Misael Rodríguez Rivera, quien en la vista del pasado martes había identificado a Merced Olivera y Waldemar Febres Sánchez como los asesinos de Tonka, reiteró que Merced Olivera, apodado Chino Oriental, fue una de las personas a las que vio disparando con armas largas en la escena del crimen, acontecido en la madrugada del 2 de agosto de 2017 en el Paseo Lineal del sector Cantera en Santurce. Tonka era considerado el jefe de “Las FARC”, organización que controlaba el tráfico de narcóticos en la zona.

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De acuerdo con Rodríguez Rivera, en la madrugada del asesinato escuchó una serie de “fuletazos” provenientes de la calle frente al hospitalillo en que el testigo se encontraba, y del que indicó era el “encargado”.

Al mirar por la ventana del hospitalillo, Rodríguez Rivera testificó ante la jueza del Tribunal de Hato Rey, Ada López Santiago, que pudo observar –a una distancia de entre 15 y 20 pies– a dos figuras persiguiendo a un individuo “cascón” (de cabeza grande). Sin embargo, dijo que no fue hasta que escuchó a una mujer embarazada gritar “mataron a Tonka” que Rodríguez Rivera se percató de la identidad del occiso.

Según el testigo, tras cometer el homicidio, Merced Olivera y Febres Sánchez escaparon del lugar en una Ford Escape.

A preguntas del abogado Gordon, Rodríguez Rivera reconoció que, al momento del asesinato de Tonka, se encontraba bajo los efectos de sustancias ilegales que había comprado el día anterior.

Tras el asesinato del narcotraficante, Rodríguez Rivera, quien en ese entonces se encontraba prófugo de la justicia, salió del área de Cantera por “dos o tres horas”, tiempo en el que robó unas “herramientas” con el objetivo de venderlas y satisfacer su vicio al crack, la cocaína y la heroína.

Fue a su regreso a Cantera –todavía en horas de la madrugada–, donde nuevamente compró y consumió drogas, que la policía estatal arrestó a Rodríguez Rivera luego de una corta persecución a pie.

El abogado defensor cuestionó los motivos que tenía Rodríguez Rivera para cooperar con la policía en relación al asesinato de Tonka. Gordon recalcó que, además de encontrarse fugado de la cárcel al momento del arresto en Cantera, entre los antecedentes del testigo se encuentra haber utilizado un nombre falso, por lo que un acuerdo con la fiscalía le pudo servir para reducir su pena, lo que el letrado argumentó se concretó cuando el ministerio público accedió a archivar el agravante de reincidencia y a reclasificar la fuga como “tentativa de fuga”.

Gordon igualmente objetó la admisibilidad de una serie de fotos de la escena del crimen como evidencia, al plantear que existen inconsistencias entre las versiones que ha ofrecido Rodríguez Rivera y algunos detalles presentes en las imágenes. El licenciado también reiteró, a lo largo de las casi cuatro horas del interrogatorio, las presuntas omisiones del testigo en sus descripciones del lugar ofrecidas en sendas declaraciones juradas con fecha del 12 y 28 de marzo de 2018.

“Eso no debe afectar. La definición de una declaración jurada es que es un resumen. Si usted pone al dedito todo lo que pasa son 80 páginas fácil. Pero la declaración jurada solo (incluye) los eventos más importantes. Va a haber veinte cosas que el testigo puede declarar que no están (en ese documento)”, dijo a su salida de sala el fiscal Francisco González, quien junto a Rosalyn García representa al ministerio público en el caso.

La vista preliminar continuará este lunes a las 10:00 a.m. Se espera que el agente estatal John Barrera sea el próximo testigo de fiscalía.

Merced Olivera, quien fue arrestado junto a Febres Sánchez y otros dos individuos el pasado 3 de febrero en República Dominicana, también enfrenta cargos a nivel federal por narcotráfico, conspiración y utilizar armas de fuego en apoyo a delitos de tráfico de narcóticos.

Los abogados de Febres Sánchez, cuyos cargos en el foro estatal se ventilan por separado a los de Merced Olivera, han solicitado que su representado sea evaluado psicológicamente para determinar si puede ser procesado.