Testigos declaran que Catalina Reyes casi atropella a agentes municipales
En la sala 706 del Tribunal de Bayamón, ante el juez Edwin Ruiz González, se lleva a cabo el segundo y último día de la vista preliminar en alzada contra el agente municipal Emmanuel Ortiz Díaz.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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Dos testigos de defensa declararon que la Ford Explorer conducida por Catalina Reyes Rivera por poco atropella a dos agentes de la Policía Municipal de Guaynabo, quienes le apuntaron con sus armas y uno de ellos le disparó.
En la sala 706 del Tribunal de Bayamón, ante el juez Edwin Ruiz González, se lleva a cabo el segundo y último día de la vista preliminar en alzada contra el agente municipal Emmanuel Ortiz Díaz por dispararle a la guagua de la anciana de 83 años en el estacionamiento del centro comercial Plaza Guaynabo, el 16 de julio pasado.
Los abogados Jesús Peluyera, Mariela Vallines, Luis Cabán Muñiz y Juan Nevares sentaron en la silla de los testigos a Giorgio Kantokalos, quien dijo que vio el incidente desde su tienda al cruzar la calle del estacionamiento del centro comercial.
A preguntas de Cabán, dijo que escuchó "un ruido bien fuerte de golpes de metales" y vio la guagua color crema "con cristales bien tinteados" que impactó a otro auto.
Relató que la guagua de Reyes Rivera arranca y ve a dos policías -a los que no pudo identificar ni ver si eran estatales o municipales- que salieron corriendo al medio de la calle y "levantaron las manos, mandándola a parar".
Uno de los oficiales se echó hacia un lado y apuntó con su arma. Lo describió como trigueño y "no flaco", pero que no se fijó en el otro, que es el imputado en este caso, que es de tez clara, alto y delgado. Al poco rato escuchó uno o dos disparos.
"Si el policía no se sale del medio, lo pisa, lo atropella con el auto", opinó el comerciante, quien estaba a una distancia como de 250 pies del lugar de los hechos.
Relató que un guardia de seguridad le dio una versión de los hechos ocurridos allí "que no concordaban con lo que yo había visto".
"(A los agentes en la escena) Les dije que vi lo que paso y les dije que entendía que el policía hizo su trabajo correctamente", expresó Kantokalos en sala.
¿Cual era su percepción de lo que estaba pasando allí?
“Cuando veo el choque y que veo que el carro arranca, dije será un atraco o secuestro. El carro estaba tinteado, y esas son conclusiones que uno saca al momento", agregó Kantokalos.
El juez le pregunto qué le hizo pensar que el agente disparo, y tras una larga pausa, el testigo contesto: "No tengo conocimiento".
El guardia de seguridad que daba ronda por las tiendas al momento de los hechos, Jean Paul Oquendo, declaró que vio la Ford Explorer con cristales tinteados que chocó un carro color gris y "se fue a la fuga".
A preguntas de Nevares, el guardia de seguridad confesó que "me quede friza'o" y se refería a los agentes municipales como "compañeros".
Dijo que escuchó a "los compañeros" decir "deténgase" más de tres veces hacia la guagua, pero no se podía ver quién conducía por los tintes.
"El conductor le tira la guagua a los oficiales. Dispararon, escuche unas detonaciones y la guagua siguió de corrido", destacó Oquendo.
"Si el agente, cualquiera de los dos no se hubiese salido de la vía, los hubiesen chocado", añadió Oquendo.
Manifestó que el día de los hechos no habló con ningún agente en el lugar para ofrecer su versión de los hechos y que conocía de vista a los agentes.
Los fiscales Diana Avilés y Jesús Soto terminaron de presentar su prueba en la mañana con el testimonio del inspector forense Arnaldo Vázquez, técnico automotriz de la Administración de Servicios Generales que evaluó la guagua de Reyes Rivera.
Determinó que la Ford Explorer "no tenía ningún fallo, mecánicamente estaba bien", tras inspeccionarla el 19 de julio pasado.
Señaló que habló con la conductora, quien le dijo que "el vehículo se le aceleró como loco" y que trató de frenar con la emergencia, haciendo el gesto con la mano, pero él le recordó que la emergencia de esa guagua es de pedal, no manual.
Explicó que cuando el motor se enfría, hay que esperar que caliente porque tiene las revoluciones altas y puede "salir de golpe".
En medio de un fuerte contrainterrogatorio por parte de Peluyera, quien le ripostaba que la guagua era de seis cilindros y no de ocho como testificó Vázquez, el juez los interrumpió.
"A la fiscalía y a la defensa, ¿que diferencia hace si el vehículo estaba averiado o si fue que la señora lo aceleró con los meritos de este caso?", cuestionó el magistrado, pero no contestaron y Peluyera continuó con el contrainterrogatorio.
En la tarde serán las argumentaciones finales y se espera que el juez emita su decisión, si encuentra causa o no para juicio contra Ortiz Diaz por cargos de tentativa de asesinato y Ley de Armas.
La fiscalía recurrió en alzada luego de que el juez Francisco Ojeda Diez no encontrara causa para juicio en la vista preliminar en septiembre pasado.