Los siete helicópteros asignados al Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR) ameritan de mantenimiento, realidad que impidió que fueran utilizados para la búsqueda de Lourdes Milagros Hernández Rivera, cuyo cuerpo fue recuperado este jueves en los predios del Monumento al Jíbaro, entre Salinas y Cayey.

De acuerdo al secretario del Departamento de Seguridad Pública (DSP), Alexis Torres, seis naves aéreas esperaban mantenimiento. El único que, hasta el miércoles, estaba en uso comenzó a “liquear” justamente cuando despegó para iniciar la búsqueda, por lo que requirió el aterrizaje inmediato. Fue debido a esto que la Policía solicitó un helicóptero de la Patrulla Fronteriza.

“Obviamente, la prioridad de nosotros es la seguridad de los compañeros. En el transcurso de esa misma situación, se llama a la agencia federal”, comentó Torres a los medios de comunicación durante una conferencia de prensa junto al gobernador Pedro Pierluisi.

Torres indicó que el mantenimiento necesario para los helicópteros no se adelanta, porque depende de la Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés). Es esta agencia federal la que establece las fechas para llevarlos a cabo, sostuvo.

“Hay unos que tienen su mantenimiento, pero son en ciertas fechas, porque se trabaja con las reglas de la FAA. Hay unos que estaban operacionales en el momento, pero surgen situaciones mecánicas”, detalló.

Por otro lado, Torres aseguró que el uso de drones por la Policía ayudó a recuperar el cuerpo de Hernández Rivera, quien al momento de su fallecimiento tenía 57 años.

“Yo he autorizado el que se adquieran nuevos helicópteros y que se aumente los recursos que tiene la Policía para la operación y el mantenimiento de los helicópteros de FURA (el Negociado de Fuerzas Unidas de Rápida Acción). Con fondos federales disponibles, vamos a mejorar las operaciones de FURA en esa área, esa área aérea”, dijo, por su parte, Pierluisi.

Problemas con Alerta Rosa

Para adelantar la búsqueda de Hernández Rivera, las autoridades activaron la Alerta Rosa. Pero, un problema técnico evitó que el mensaje resonara en los celulares de la ciudadanía, como es de costumbre.

“Hubo un fallo en el sistema. Fue a nivel de Estados Unidos. Estamos trabajando con eso, con la compañía”, sostuvo Torres, quien no pudo precisar cuál fue el fallo que inhibió que el mensaje se recibiera en los teléfonos móviles, pues aún “se está trabajando con eso”.

“Estamos en el proceso de identificar (los fallos) que surgieron”, repitió.

“La Alerta Rosa es una herramienta adicional que se utiliza en la búsqueda de personas cuando desaparecen. Desde el primer momento en que desapareció Lourdes, se estableció un grupo investigativo que constantemente estuvo en la búsqueda de ella, se difundió por los medios, a la 1:30 de la madrugada los medios nos ayudaron. Por ende, es un mecanismo que se utilizó, se envió y solamente la parte telefónica fue la que no se pudo concretar, pero sí fue efectiva, porque tanto en internet, en los ‘billboards’, en todos los sitios apareció la foto de Lourdes”, expresó, por su parte, el comisionado de la Policía, Antonio López Figueroa.

Más allá de confirmar que se recuperó el cuerpo de la fémina, López Figueroa no abundó sobre las circunstancias de su muerte.

“En el estado que se encuentra (el cuerpo) no quiero comentar al respecto. (Si hay indicios de violencia) se va a demostrar después (el Instituto de) Ciencias Forenses”, manifestó.

Hernández Rivera estuvo desaparecida desde el martes, luego de que su automóvil fuera hallado abandonado por una guardia de seguridad de la compañía Las Piedras Construction cerca del Monumento. Su hermana la había reportado desaparecida al NPPR el día anterior.

La investigación preliminar reveló que el lunes la mujer visitó un médico en compañía de un familiar y salió de su residencia con rumbo desconocido sin avisar a nadie.

En el vehículo abandonado se encontró una nota con información de un familiar, uno de los cuales fue contactado como parte de la pesquisa y quien avisó que atravesaba por problemas de salud mental.

Las causas de la muerte serán determinadas por un patólogo en el Instituto de Ciencias Forenses (ICF).