Luego de que el Ministerio Público y la defensa ofrezcan sus argumentos finales, el destino de Félix Verdejo Sánchez descansará en las manos de nueve varones y tres féminas que desmenuzarán las pruebas y, a su vez, los testimonios relacionados al homicidio de Keishla Rodríguez Ortiz, quien mantuvo una relación sentimental con el exboxeador por más de una década.

Durante 20 días, un jurado -que sufrió múltiples alteraciones en el transcurso del proceso judicial por las salidas de algunos integrantes-, observó fotos, documentos, vídeos y grabaciones. También escucharon las declaraciones de peritos, los familiares de la víctima y de Luis Cádiz Martínez, quien se declaró culpable a nivel federal como coacusado del crimen, y figuró como el testigo principal de la Fiscalía federal.

Tan pronto las partes culminen con sus argumentos, y el juez federal Pedro Delgado Hernández imparta las instrucciones al jurado, les corresponderá a esas 12 personas determinar si Verdejo Sánchez tuvo una participación en la desaparición y eventual muerte de Rodríguez Ortiz –y su bebé por nacer– el 29 de abril de 2021.

La teoría del Ministerio Público es que Verdejo Sánchez y Cádiz Martínez se confabularon para terminar con la vida de Rodríguez Ortiz debido a que estaba embarazada y, presuntamente, el expúgil era el padre. Según los fiscales Jonathan Gottfried y Jeannette Collazo, la víctima tenía la intención de presentarle a Verdejo Sánchez una prueba que se realizó en un laboratorio confirmando su estado.

En el juicio salió a relucir que Verdejo Sánchez intentó conseguir pastillas para provocar un aborto a Rodríguez Ortiz. No tuvo éxito. Fue el propio Cádiz Martínez quien ofreció los testimonios más dramáticos del litigio al relatar cómo ocurrieron los hechos esa mañana de abril de 2021.

Cádiz Martínez sostuvo que Verdejo Sánchez fue quien sugirió que fueran juntos para encontrarse con Rodríguez Ortiz en el residencial Villa Esperanza en San Juan para luego llevar a cabo el maquiavélico plan.

La joven -que tenía entre tres y seis semanas de embarazo- estaba en la Dodge Durango propiedad de Verdejo Sánchez donde fue golpeada en el rostro, drogada, amarrada a un bloque de construcción con alambres de metal y, eventualmente, lanzada a la Laguna San José desde el Puente Teodoro Moscoso.

El Ministerio Público presentó un puñado de vídeos recuperados de unas cámaras de seguridad de distintos lugares para validar los relatos de Cádiz Martínez. En las imágenes se aprecia cuando una Dodge Durango negra llega hasta la entrada principal de Villa Esperanza para recoger a una persona.

El vehículo permaneció estacionado por varios minutos frente a una clínica dental antes de salir nuevamente en dirección a Villa Esperanza.

Un tiempo después, la Dodge Durango se alinea en el paseo del Puente Teodoro Moscoso a las 8:29 a.m. A pesar de que se aprecian dos figuras, fue dificultoso establecer si se trataron de Verdejo Sánchez y Cádiz Martínez. Tampoco se percibió si, en efecto, se realizaron dos disparos en dirección de la víctima mientras estaba en la laguna, como afirmó el Ministerio Público.

La Dodge Durango pasó tres veces por el peaje del Puente Teodoro Moscoso ante de regresar al lugar donde habían dejado el KIA Forte de Rodríguez Ortiz para disponer del mismo.

Una vez llegaron al residencial Luis Llorens Torres, Cádiz Martínez reclutó a su hermano, Ricardo, para que le asistiera en llevar a Canóvanas el auto de la víctima, con el pretexto de que pertenecía un cliente. Luis Cádiz mantuvo un negocio de lavado de autos.

Verdejo Sánchez fue citado Cuartel General de la Policía de Puerto Rico para una entrevista. El exboxeador no respondió a las preguntas. Se convirtió en uno de los principales sospechosos, junto con Marcelino Pérez e Iván Santana, exparejas de la víctima. El exatleta se entregó a las autoridades el 2 de mayo de 2021 y el pliego acusatorio fue radicado cuatro días después.

Durante el juicio, los fiscales Gottfried y Collazo convocaron a 31 testigos para apoyar las conjeturas. Entre las personas estuvo Amanda Colón, una expareja del exboxeador, quien declaró que en el 2013 se realizó un abortó a petición del acusado, meses después de haber quedado embarazada. La relación entre ambos se extendió por cuatro años. Igualmente, declaró que Verdejo Sánchez la abofeteó y la escupió.

Mientras tanto, la defensa compuesta por Jason González Delgado y Gabriela Cintrón intentó minar las teorías del Ministerio Público presentando testigos para ensalzar la reputación de Verdejo Sánchez.

Los principales fueron el preparador físico Cruz Manuel García, Nilka Colón Torres y Nicolle Vázquez Avilés, exparejas de Verdejo; además de su hermana Yashira Marie Verdejo Sánchez. Todos lo calificaron como una persona “buena” y “pacífica”.

El patólogo forense Mark Shuman ofreció testimonios para refutar algunos hallazgos recopilados en el informe del Instituto de Ciencias Forenses. Shuman opinió que, según su experiencia y análisis, Rodríguez Ortiz no estaba viva cuando fue lanzada a la Laguna San José. La fiscal barrenó la credibilidad de Shuman, quien en el 2018 fue investigado por no incluir unos ingresos en sus reportes financieros.

Los cargos contra Verdejo son “carjacking” que culminó con en la muerte de una persona, asesinato de un menor por nacer y portar un arma de fuego durante la comisión de un delito violento.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos no concedió la petición de pena de muerte para Verdejo Sánchez en la eventualidad de que fuera encontrado culpable. El expúgil se expone a cadena perpetua.

Si el jurado no llega a un acuerdo de veredicto por el margen requerido de 12-0, eso significaría que Verdejo Sánchez sería juzgado nuevamente. En algunos casos, el juez podría instruir que la deliberación debe continuar. Dicha práctica es inusual.