La Policía identificó preliminarmente esta tarde como Julio Molina Molina al asaltante muerto en medio de un robo domiciliario en que un cómplice suyo le quitó la vida a tiros al expolicía, Ramón Toledo González, en hechos ocurridos en la carretera PR-602, barrio Ángeles de Utuado.

De otra parte, la Policía tiene bajo custodia a otros dos individuos que se cree participaron en el robo. Uno de los hombres fue detenido en el barrio Abra San Francisco de Arrecibo y se cree que es vecino de Molina Molina, mientras otro hombre fue detenido en el barrio Ángeles, sector El Corcho, al ser observado tocando bocina a la entrada de varias fincas. Este hombre venía de Arecibo y se cree que acudió al lugar para darle transportación a los otros ladrones.

Este medio supo que se sospecha que Molina Molina fue reportado desaparecido por telefóno por los otros tres individuos que le acompañaban cuando el grupo decidió irrumpir en la residencia del exagente esta madrugada.

Molina Molina tiene récord delictivo por un caso de sustancias controladas en el 2005.

Según información preliminar ofrecida por la Policía, cuatro individuos entraron a la residencia para escalarla, cuando el exoficial les hizo frente y uno de los asaltantes resultó baleado, muriendo en la escena. Acto seguido, otro de los intrusos disparó contra el expolicía.

Toledo González, de 58 años, trabajó por 30 años en la Unidad de Operaciones Tácticas en varias áreas, incluyendo la destacada en Utuado. Llevaba seis años retirado.

"Los individuos entran por la ventana del lado norte de la residencia, logran acceso al cuarto y allí ocurre la escena, donde resulta muerto el compañero y uno de los asaltantes", indicó el inspector Ángel Viera Mendoza, del área investigativa de Utuado.

"Su señora esposa estaba con él. Fue en el cuarto dormitorio de ambos", agregó el oficial, quien explicó que la mujer resultó ilesa físicamente, pero recibió asistencia médica y psicológica, pues se encontrada afectada emocionalmente. "Salió ilesa. Entendemos que él la protegió, para salvarle la vida", dijo Viera.

Fue la mujer quien llamó al Centro de Mando, según el informe policiaco. Varias unidades de los cuarteles de Ángeles, Lares y Utuado se activaron e iniciaron una persecución de un vehículo Mitsubushi Lancer color gris. El vehículo fue abandonado poco tiempo después en la carretera PR-600 del sector el Corcho del barrio Ángeles.

 Los investigadores también indagan si los asaltantes guardan relación con un grupo que hace algún tiempo está bajo la mirilla de las autoridades por robar en varias residencias del área.

Incrédulos, varios vecinos llegaron al área en el sector rural entre Utuado y Lares.

El vecino Vicente González dijo que se despertó al escuchar cuatro detonaciones. Se acostó de nuevo. Luego agentes de la Policía fueron a su residencia para corroborar que estuviera bien y ahí fue cuando supo lo que había pasado.

"Lo conozco de toda la vida. Cuando Ramón entró a la Policía, uno de los que lo recomendó fui yo", expresó González, tratando de contener el llanto. "Aquí nunca había habido problemas de esa naturaleza… Ya en ningún sitio de Puerto Rico se puede vivir tranquilo, porque la gente… no sé lo que ha pasado con Puerto Rico", lamentó.

"Ramón era una persona muy buena, trabajadora, una persona de familia, donde todo el mundo lo quiere mucho, pero no sé que pasó…", manifestó.

Federales cooperan con la investigación

Agentes de la unidad de recopilación de evidencia del Negociado de Investigaciones Federal (FBI) llegaron a la escena para cooperar con la Policía en la investigación.

Sin embargo, el portavoz del FBI, Moisés Quiñones, indicó que por el momento no se ha determinado que exista jurisdicción federal en este caso, que se investiga como un robo domiciliario.

Oficiales que participan de la investigación, indicaron que no descartan la posibilidad de que los asaltantes hayan estado buscando la residencia del exsuegro de la víctima, quien vive a poca distancia, y donde se presume que los ladrones irían tras el dinero en efectivo producto de su negocio como agricultor de café.

La Policía encontró que el carro que supuestamente usaron los asaltantes, que no figura como robado, estaba registrado a nombre de un hombre residente en Bayamón. Los agentes lo contactaron y el hombre declaró que lo vendió en el 2010, pero nunca completó el traspaso.

El exoficial caído trabajó por 30 años en la Unidad de Operaciones Tácticas.