La vista preliminar en alzada contra Steven Sánchez Mártir para determinar causa para juicio en su contra por el asesinato de un paciente en el Hospital HIMA en Caguas se reanudó hoyen el Tribunal de Caguas.

La jornada comenzó con el testimonio del agente Leonardo Borges Santiago, quien pidió que su imagen no fuera revelada por las cámaras que transmiten el proceso.

A preguntas de la fiscal Maribel Mujica, el agente Borges repasó el operativo que llevó al arresto de Sánchez Mártir el 6 de agosto pasado, en el residencial López Sicardó, en San Juan. Describió que fue la persona designada para identificar a Sánchez Mártir, y dijo conocer dónde paraba porque antes había investigado al hermano del imputado cuando había estado prófugo de la justicia. Agregó que luego de arrestar a Sánchez Mártir identificó a través de la puerta abierta del apartamento unas municiones, y que un can de la policía marcó el vehículo al que se había aproximado el imputado antes de ser arrestado como uno en el que había drogas, por lo cual procedió a obtener órdenes de allanamiento.

Sin embargo, a preguntas de la abogada Jane Hoffmann, el agente reconoció que no había confeccionado todos los documentos que se estaban presentando, por lo cual la abogada presentó objeción a los mismos.

El juez concedió una admisión condicionada a dichos documentos, que la fiscal indicó serían autentificados por otro testigo.

En su contrainterrogatorio al agente Borges, la abogada se enfocó en sacar a relucir posibles irregularidades en el arresto de su representado, confrontando repetidamente el testimonio con la declaración jurada que había ofrecido antes.

Hoffmann llevó al agente a hacer varias admisiones, como el hecho de que no vio el momento del arresto de Steven, y que tampoco vio que estuviera cometiendo delito alguno antes de ser arrestado. También admitió que no era parte de la investigación del asesinato, aunque se incluyó en la misma.

Hoffmann también cuestionó los motivos por los que el agente solicitó las órdenes de allanamiento para el apartamento y el vehículo.

“Usted se baja para observar ese edificio, pero no tenía instrucciones de hacer vigilancia para un allanamiento”, cuestionó la abogada. “Usted ve allí dos municiones, pero usted no ve nada más delictivo. Usted no ve armas, nada más”.

“¿Y quién le da instrucciones de ocupar ropa?”, insistió Hoffmann.

“Este servidor”, respondió el agente.

“O sea que usted mismo hizo la orden para ocupar ropa. Usted mismo fue el que tuvo la idea de solicitar una camisa, una polo de color rosa, un mahón largo azul. Y también la pidió para un teléfono celular”.

“Sí, porque él era sospechoso de asesinato. Era mi deber pedirlo”, respondió el agente.

“Usted dice que vio a Steven tirar algo ahí adentro de ese vehículo, una Ford Explorer. Y por eso dice que pidió la orden de registrar el carro”, cuestionó la abogada. “Pero en todo ese tiempo que lo vio en el residencial no lo vio cometiendo delito alguno. No estaba vendiendo drogas, no tenía un arma visible”.

La defensa objetó unas fotos que presentó la fiscalía como evidencia, argumentando que las mismas carecía de fechas y otros elementos que las identificaran correctamente. Las fotos fueron admitidas con la objeción de la defensa.

Posteriormente se sentó a declarar el agente Raimundo Quiñones Castro, de la división de homicidios de Caguas, quien confirmó que fue la persona encargada de llevar a cabo los allanamientos.

A preguntas de la fiscal, describió el proceso del allanamiento y confirmó que había firmado los documentos en los que se describen los objetos ocupados, una lista que incluye una polo rosa, cuatro celulares, un mahón azul, unas tenis negras, dos máscaras y varia identificaciones de otras personas.

La defensa también objetó varias fotos presentadas como evidencia, por la misma razón de que carecía de identificación, fecha y hora.

Ya en la tarde, Hoffmann contrainterrogó al agente Quiñones y nuevamente cuestionó la manera en que se llevaron a cabo los allanamientos del apartamento y del vehículo.

Quiñones constató que decenas de agentes pasaron horas en el residencial durante la noche del operativo y que él mismo acudió en dos ocasiones al lugar. En la segunda, fue para llevar a cabo los allanamientos. Afirmó que el agente Borges fue quien le indicó cuál era el apartamento.

Constató que el apartamento estaba cerrado y que una persona que se identificó como el padre de Steven pidió que no rompieran la puerta, ya que él podía abrirla.

Hoffmann cuestionó por qué no llevaron a Sánchez Mártir a presenciar el allanamiento, toda vez que ya lo tenían arrestado.

“Usted no fue a buscar a Wilfredo (el padre de Sánchez Mártir). No lo había visto antes. Usted iba a hacer el allanamiento sin la presencia de nadie relacionado a esa casa”, dijo la abogada. “Pero el arrestado estaba disponible”.

Hoffmann cuestionó también por qué el agente no había hecho gestiones para conocer los resultados de las pruebas de serología y ADN que había solicitado a Ciencias Forenses. También resaltó el hecho de que Quiñones no hubiese prestado declaración jurada en este caso.

De igual forma, la abogada cuestionó la razón por la que la Policía había ocupado cinco teléfonos celulares del vehículo, y el vehículo mismo, a pesar que el agente admitió que no se ocupó nada ilegal en el carro. También reclamó que el allanamiento del vehículo se hiciera “en la presencia de nadie” a pesar que Sánchez Mártir estaba bajo custodia.

Luego declararon agentes de servicios técnicos, con el objetivo de someter piezas de evidencia, mayormente de fotografías. También declaró un funcionario del Departamento de Transportación y Obras Públicas respecto a la identificación de una tablilla.

Por último, se quedó declarando el agente Carlos R. Vázquez Gómez, del ‘task force’ del Negociado Federal de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, en inglés), quien se encargó de solicitar pruebas de residuos de disparos a un abrigo gris, a solicitud de agentes y fiscales de Caguas.

Su testimonio, sin embargo, fue objetado por la abogada reclamando que no se habían establecido las bases para admitir esa evidencia.

“Aquí hubo un video que nosotros objetamos. No sabemos si es el mismo jaquet. Dice que se lo entregó la agente Lisandra, un mes y pico después. Si ese fuera el mismo jaquet, no sabemos en que  circunstancias lo obtuvo la agente”, reclamó Hoffmann, quien también cuestionó que la prueba saliera de un laboratorio privado, y no uno del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés).

La prueba fue admitida con la objeción de la defensa.

“A usted no le consta de dónde salió esa pieza de ropa. Usted no la levantó. Usted lo mandó a un laboratorio, privado, que no es del FBI, y lo mandó con el nombre de Steven Sánchez Mártir, pero no le consta de propio y personal conocimiento”, indagó la abogada.

La vista preliminar en alzada continuará el miércoles en la mañana.

Las autoridades le imputan al acusado asesinar el pasado 2 de agosto a Pedro Marrero Díaz en su habitación en el quinto piso del hospital.

En este caso, la jueza Ana Paulina Cruz Vélez determinó causa para juicio contra Sánchez Mártir en una vista preliminar. Sin embargo, posteriormente, la abogada del acusado, Jane Hoffman, presentó una moción de desestimación por alegada violación a las reglas de procedimiento criminal.