La directora del Instituto de Ciencias Forenses (ICF), María Conte Miller, informó hoy, jueves, que recurrieron al Tribunal para poder entregarle a la familia el cuerpo de María Paola Hernández -la mujer encontrada sin vida en una residencia en Cupey tras un aparente suicidio- y no a su esposo, José J. Bobonis, quien es la persona legalmente facultada a autorizar el trámite- ya que este no ha estado disponible.

El Tribunal lo autorizó cerca del mediodía de hoy.

“Según la ley, el cuerpo hay que entregárselo al esposo y él en este momento no está disponible para tomar la determinación”, dijo la doctora ayer a El Nuevo Día.

El hombre estuvo internado en una institución médica.

Los hechos ocurrieron el viernes pasado a las 9:30 p.m. en su hogar en la urbanización Colinas de Cupey cuando las autoridades fueron alertadas sobre un supuesto suicidio.

El cadáver de la víctima, que era madre de dos hijas, fue localizado al lado de la cama en la habitación matrimonial donde se ocupó una pistola marca Glock calibre 9 milímetros, la cual es propiedad de su pareja, quien posee Licencia de Portación de Armas de Fuego. Al esposo de la occisa, identificado por el Negociado de la Policía de Puerto Rico como José J. Bobonis Blanco, se le ocuparon otras armas de fuego registradas.

Los agentes continúan con las entrevistas a familiares y allegados en busca de información adicional sobre la pareja.

Durante sus indagaciones no han encontrado querellas por violencia doméstica u otros incidentes registrados en sus sistemas de información entre la pareja, a pesar de la evidencia contenida en unos supuestos mensajes de voz.

Además, se realizan análisis toxicológicos y se revisan sus expedientes médicos para conocer si atravesaba por algún episodio de depresión, como es de rigor en estos casos.

En la escena todo estaba en orden y no encontraron indicios de que hubiese ocurrido un forcejeo.