Un misterio el posible motivo del crimen de Ana Sepúlveda
Sepúlveda Santiago había sobrevivido a un atentado anterior, cuando recibió cinco impactos de bala en medio de un extraño robo, ocurrido el 21 de marzo.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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Una venganza, con un motivo aún no establecido por los investigadores de la División de Homicidios de Humacao, parece rondar el crimen de una pensionada ocurrido el martes, en la PR-923, del barrio Buena Vista, en Humacao, donde fue emboscada por un sicario que la acribilló mientras viajaba como pasajera de una guagua conducida por su hija, quien resultó ilesa.
Ana Sepúlveda Santiago, de 47 años, había sobrevivido a un atentado anterior, cuando recibió cinco impactos de bala en medio de un extraño robo, ocurrido el 21 de marzo, en su hogar del sector Tres Puntos del barrio Tejas, de Yabucoa.
El secretario de Justicia, Guillermo Somoza Colombani, declaró que los dos motivos con mayor firmeza que investigan detrás del inexplicable crimen son, en primer lugar, una venganza relacionada con el trasiego de sustancias controladas contra personas cercanas a la víctima, y el ángulo de violencia de género.
A su vez, Somoza Colombani reveló que a la hija de 22 años, de la víctima se le ofreció la protección como testigo y víctima de delitos. La joven manejaba el vehículo cuando fue tiroteado por un individuo que se bajó de un Suzuki Aerio, con el cual las emboscó mientras transitaban por el barrio donde reside la pareja de la conductora.
La joven fue sometida a un interrogatorio detallado, pero no figura como una persona de interés en el caso.
“La Fiscalía está en comunicación con la Policía de Puerto Rico dándole los servicios que requiere la persona que pudo observar (el crimen); hay unas cámaras de vídeos, se están solicitando los vídeos y no descartamos ningún móvil, específicamente el móvil pasional y que estuviese relacionada su muerte con el trasiego de sustancias controladas, mejor dicho con drogas”, respondió Somoza.
El funcionario aclaró que Sepúlveda Santiago no estaba involucrada en el trasiego de drogas, sino que se refería a personas allegadas a la víctima.
“No voy a entrar directamente en la investigación, no tiene que ser necesariamente (ella), pero personas cercanas a ella”. Al preguntarle si podría tratarse de un miembro de su núcleo familiar respondió: “puede ser”.
Se indaga sobre las relaciones que tuvo Sepúlveda con sus dos parejas, su ex esposo y su actual marido, quienes vivían en casas separadas en el mismo barrio donde ocurrió el primer atentado.
La mujer estuvo dándole largas a los agentes antes de ser entrevistada el viernes con relación a los hechos y, finalmente, “no colaboró de la manera esperada con la pesquisa”, dijo el funcionario.