Una sucesión de incidentes de violencia enmarcados en la lucha por el control de la venta de sustancias controladas en el residencial Valle Puerto Real, en Fajardo, y que se remonta al asesinato del narcotraficante conocido como “Omar Cachimbo”, hace dos años, culminó el miércoles al atardecer con el asesinato de tres miembros de la familia Cabral.

La cuarta masacre del 2012 se escenificó en el área del parque pasivo y la cancha, ubicados detrás del edificio siete del residencial público, donde fue emboscado Anthony I. Cabral Rivera, de 19 años, residente en el barrio Chupacallos, en Ceiba. El sujeto fue acribillado mientras tenía una pistola calibre .40 entre sus manos.

Cabral Rivera estaba citado al tribunal tras ser acusado por infracción a la Ley de Armas, después de su arresto el 2 de mayo.

El segundo cadáver era el de su tío Joselín Cabral Díaz, de 34 años, quien cayó abatido a tiros frente al edificio siete, y la tercera víctima, identificada como Azarías Rodríguez Cabral, de 22 años, era primo de Anthony. Ambos eran vecinos de la urbanización Monte Brisas, en Fajardo.

Cabral Díaz resultó convicto en el 2003 por cargos de asesinato.

De acuerdo con la pesquisa, los gatilleros podrían ser vecinos del residencial Valle Puerto Real y ayer se trabajaba en la búsqueda de evidencia y testigos en su contra.

Son varias las teorías que investigan los agentes de la División de Homicidios de Fajardo, entre las cuales figuran actos de venganza por varios asesinatos ocurridos en Ceiba desde marzo. El más reciente ocurrió el 17 de mayo a las 8:50 p.m. en el barrio Saco, donde fue asesinado a tiros, frente a su residencia, Lázaro J. Ramírez Bermúdez, de 20 años.

Según supo Primera Hora, desde hace dos años el residencial Valle Puerto Real se encuentra sumido en una guerra por el control de los puntos de droga. Se cree que pandilleros del caserío Pedro Rosario Nieves, localizado a dos kilómetros de distancia, buscan manejarlos y así ampliar su radio de acción. Este residencial es controlado por una sociedad de narcos de Loíza que, a su vez, es rival de un grupo de traficantes de Juncos que controla el caserío donde ocurrió la matanza.

De hecho, el 19 de marzo, en un área en construcción del residencial Valle Puerto Real, fue ejecutado Ángel L. Rivera Rosa, de 35 años, alias “Indio”, vecino del residencial Pedro Rosario Nieves.

Los investigadores continuaban ayer revisando los expedientes de las víctimas como parte de la pesquisa, en la que podrían colaborar agencias federales.