Viejito se inmola porque se sentía triste y abandonado
El anciano de 94 años se convirtió en una antorcha humana.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Moca.- La soledad y el sentido de abandono que sentía Juan Geranio Albarrán González lo llevaron a tomar la decisión de quitarse la vida.
El anciano de 94 años se convirtió ayer en una antorcha humana, luego de que regara un acelerante en su cuerpo y se prendiera fuego.
Días antes, precisamente, a su vecino Iván Reyes, quien hizo hasta lo imposible por intentar salvarle la vida, le había comentado que no es fácil sentirse solo y que sus hijos no los visitaron durante la pasada Navidad a él y a su esposa.
“Después que uno los cría no quieren a uno, pero como ya yo tengo todo pago... entierro, la caja y todo desde que compré esta casa hace más de 10 años...’’, relató el afectado vecino lo que don Juan le había manifestado.
Así las cosas, en su casa del barrio Aceituna, de Moca, poco después de las siete de la mañana, don Juan se fue bajo un palo de aguacate y acabó con su vida.
“A los gritos de ¡ayúdenme que se pegó fuego!’’, de su esposa Mercedes Bermúdez de 88 años, su vecino inmediato se topó con el cuerpo de Albarrán González convertido en una antorcha humana, cuando acudió a prestarle ayuda ante el pedido de auxilio de la anciana.
Reyes dijo que inicialmente se hizo difícil llegar hasta donde Albarrán González se inmoló debido a que los portones del patio estaban cerrados, pero finalmente la anciana en su desespero logró abrirlos y con una manguera apagó al hombre que días antes le había confesado su intención de privarse de la vida.
“Tenía el celular en el oído izquierdo llamando al Sistema de Emergencias 9-1-1 y con la mano derecha cogí la manga para apagar al vecino, que me decía que lo dejara morirse”, dijo Reyes un tanto afectado por la situación que presenció.
Según Reyes le tomó unos 20 minutos a Emergencias Médicas llegar a la escena, pero no había mucho que hacer porque su vecino se quemó en un 90 por ciento de su cuerpo, por lo que murió una hora después de haber sido trasladado al hospital Buen Samaritano de Aguadilla.
“Me impresioné mucho, porque no es fácil ver a una persona convertida en una antorcha humana y uno tratando de socorrerlo, pero sin poder hacer mucho, porque se quemó casi todo el cuerpo y mi esposa como loca gritando por la calle, también pidiendo auxilio’’, añadió el técnico de acondicionadores de aire.
“Estaba deprimido porque los hijos no lo visitaron en toda la Navidad y una persona de esa edad, hay que buscarlo y visitarlo”, sostuvo compungido Reyes.
Por su parte, María Albarrán González, quien aseguró que sí acudía regularmente a visitar a su hermano y lo llevaba a sus citas médicas, lamentó lo ocurrido.
“Es una sorpresa. ¿Qué voy a hacer? Conformarme. Yo siempre venía a verlo y lo ayudaba en lo que podía”, manifestó anegada en llanto.
El fiscal Héctor Crespo trabajó la escena junto con el sargento Juan Báez y el agente Harry Muñiz, de la Unidad de Homicidios, quienes se proponen cerrar el caso como suicidio.
El fiscal Crespo ordenó el envío del cadáver al Instituto de Ciencias Forenses en Río Piedras para fines de autopsia.
Mientras, en el barrio Aceituna, los vecinos están consternados con la tragedia.