La familia de Orlando Goire Pedrosa está profundamente afectada física, emocional y económicamente debido a que su hija Sherly Ann Goire Ávila se encuentra en una cama con diagnóstico de cuadriplejia -parálisis de todas sus extremidades- tras un incidente de violencia doméstica con su pareja el pasado 4 de junio. 

“Jamás me imaginé una cosa así. Y no se la deseo a nadie. Es algo tan difícil. Tan doloroso. Es algo que quisiéramos que fuera una pesadilla. Cerrar los ojos, abrirlos y que esto no fuera verdad. De verdad que no te puedo explicar”, dijo a Primera Hora Goire Pedrosa.

Su hija, de 27 años, está en cuidado intensivo intermedio en el Hospital Universitario del Centro Médico, donde fue hospitalizada luego de un incidente de violencia doméstica en el hogar que compartía con Alberto García Merced. 

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Según el padre de la víctima, la pareja convivía desde hace dos años y medio en Guaynabo y sostuvo una discusión porque el hombre se fue de la casa por varios días. Goire Ávila se encerró en el baño y él empezó a decirle que saliera; al abrir la puerta, “parece que ella lo agredió y él respondió haciéndole una llave por el cuello, rompiéndoselo”.

De acuerdo con la madre, Irma Ávila Suárez, la hija le confesó que había tenido incidentes anteriores con su pareja, pero “no había llegado a un grado como este”.

Agregó que su hija les había pedido ayuda para hacer un apartamento en la casa “porque ya estaba con la idea de dejarlo”. El maltrato que recibía, según la madre, era emocional y físico. “Yo misma le notaba marcas, pero ella a veces se callaba”, dijo Ávila Suárez. 

El incidente ocurrido el 4 de junio, provocó que le expidieran a la víctima una orden de protección que ayer fue extendida por 20 días adicionales. Antes de este incidente no se había solicitado orden de protección, confirmó la madre. 

Sin embargo, la fiscalía aún no ha sometido cargos contra García Merced, quien fue identificado como sospechoso en la querella policiaca. 

De acuerdo con la ayudante especial de Prensa y Comunicaciones del Departamento de Justicia, Mariana Cobián, el caso contra el sospechoso no se ha radicado aún porque “apenas fue la semana pasada que pudieron entrevistar a la perjudicada”.

Explicó que la joven estuvo entubada y aún está en cuidados intensivos. “Están esperando que se recupere para someter el caso y así pueda ser partícipe del proceso”, detalló Cobián.

Ayuda para Sherly Ann

Goire Pedrosa no para de pensar todo el día en su hija ya que le preocupa su rehabilitación y los costos de los tratamientos. 

Explicó que el plan de salud del gobierno no le cubre las terapias recomendadas por el profesional de salud, por lo que iniciaron peticiones de donativos para cubrir los costos que requiere un centro de rehabilitación. “La condición de ella es delicada. Está en un cuadro difícil, complicado, pero tenemos un Dios en el cielo. Estamos en él amparados, en que él va a intervenir con ella”, expresó el padre.

“No es una cosa fácil de la que uno pueda hablar. Que te digan que tu hija no va a volver a caminar, no volver a mover los brazos”, agregó al tiempo que trataba de contener el llanto. 

La familia publicó en Facebook una petición de ayuda en un post que tiene las palabras “Juntos contra la violencia doméstica” y el número de cuenta de Banco Popular: 321392818 y de ATH Móvil (787) 342-1487

Tras la agresión, a Goire Áviles le dislocaron vértebras, produciendo una grave lesión en el cordón espinal. Ya fue sometida a una operación para reparar las vértebras del cuello, pero le colapsó un pulmón, por lo que fue entubada. También se le hizo una traqueotomía y una gastrostomía.

Adicional al dinero que recaudan para las terapias, la familia está habilitando un espacio para su hija en el primer piso de la residencia familiar. Ya han logrado donaciones de equipo médico. 

Mientras tanto, la madre lamenta que el sospechoso “está por la libre” y, por otro lado, le ha asegurado a su hija que la va a ayudar a “sonreír de nuevo”.