Adriana Díaz, campeona de la Copa ITTF Panamericana Universal 2019. Beverly Ramos, campeona del Medio Maratón San Blas de Illescas en Coamo.

Así Puerto Rico celebró en grande dos enormes gestas del deporte: primero bien temprano en la mañana con Beverly, la reina de las distancias; la segunda con Adriana, la diosa del Viví en Utuado.

Sin embargo, con muy poco ruido y en el hogar de una familia en el barrio Collores en Las Piedras, se vivía un drama familiar. Doña Elisa Martínez Crespo y sus hijos Lizandra y Luis Humberto habían librado una batalla para intentar convencer a su padre, Luis Humberto Torres Rosa, de que desistiera de correr el Medio Maratón San Blas.

Demás está decir que fracasaron. ¿Cómo convencer a un “joven” de 91 años, con más de 64 años como corredor y 51 participaciones en ese evento a que renunciara a la competencia? 

Luis Humberto, conocido como “El Padre de la Marcha”, llegó bien temprano a Coamo listo para la carrera. Y allí el público lo esperaba y éste “caballote” de mi pueblo artesanal no los decepcionó. El tiempo final fue 3:49:41. Alcanzó la meta entre el ruido de sirenas, las luces de ambulancias y policías y con el aplauso poderoso del soberano. 

Luis Humberto, humacaeño de nacimiento y pedrense de espíritu, es un ejemplo vivo de que querer es poder. 

Para resumir sus logros necesitaría mucho más espacio en esta columna. Ha participado en Centroamericanos, los maratones de Coamo (51 veces), New York, Boston, ha corrido en México, Málaga, Alemania, en eventos de velocidad y Campeonatos Mundiales Máster por mencionar sólo algunos. 

En el 1961, se convirtió en el primer boricua en correr aquí un ultra maratón, un trayecto de San Germán hasta Las Piedras. 

Como la mayoría de los boricuas de las décadas de 1930 a 1950, vivió en estrecha situación económica por lo que abandonó la escuela a los 9 años. Retomó estudios como adulto, a los 29 años, y se graduó a los 31 años.

Se graduó con dos bachilleratos, Educación, Administración y Supervisión de Escuelas y en Educación Física, y durante 36 años fue profesor en la Universidad Interamericana; 15 años fue entrenador de campo traviesa y atletismo en la Academia de Palmas del Mar en Humacao.

La pista atlética de Las Piedras lleva su nombre, pero el fondismo y el deporte en general lleva las huellas de sus tenis en el corazón de la historia. 

Siento orgullo en decir que pude correr a su lado. Ocurrió hace una década en una de las ediciones del World Best 10k sobre el puente Teodoro Moscoso. Lo vi acercarse a mi lado y traté de mantener su ritmo. No pude, acabó conmigo en los últimos 500 metros de la carrera. Yo tenía unos 49 años y él rondaba los 80 años. 

Fue cuando me di cuenta de que Luis Humberto Torres Rosa no era de este planeta. Era un Hermes vivo, real y boricua.