La autoridad más fuerte que se le puede dar a un abogado es la capacidad de llevar casos y quitarle la libertad a una persona. No es poca cosa eso. Piénselo bien. Un ser humano nace libre y se supone que tenga una vida en libertad para decidir lo que quiera hacer con su vida. Sin embargo, la sociedad le da la autoridad a alguien para que lo meta preso, incluso de por vida. 

Esa persona, el fiscal, debe ser alguien que tenga bien presente ese hecho. Es un privilegio enorme que la sociedad le ha dado. Tener la posibilidad de con tus argumentos quitarle la libertad a una persona y llevarla a privarle de lo más preciado que puede tener uno: la familia. Por tanto, el estándar de alguien que asume esa posición debe ser bien elevado. Wanda Vázquez, conforme a la evidencia que hemos visto públicamente, no lo ha merecido. 

Según declaraciones juradas de personas que estaban bajo su mando, la gobernadora ha utilizado el poder de forma abusiva y partidista. No me refiero a cuando presuntamente ofreció contratos a la esposa de Héctor Ferrer para que su expareja hablara contra el entonces candidato de San Juan; no me refiero a cuando decidió presionar a ir contra el alcalde PPD de Patillas por haber dejado dañar unos suministros de FEMA, mientras no hizo nada con los furgones que por montones se perdieron en Ceiba y bajo Unidos por Puerto Rico se mal usaron… Me refiero a sus actos como jefa de Justicia. 

Según la ahora exfiscal, licenciada Yanira Liceaga, Wanda Vázquez le presionó dramáticamente en múltiples ocasiones para llevar el caso contra Itza García, otrora secretaria asociada de la gobernación, quien tenía una relación tóxica con Elías Sánchez y Valerie Rodríguez (muy cercanos a la ahora gobernadora, quien dio a Valerie 216 mil billetes en contratos).

Piense bien sobre este escenario: una fiscal va bajo juramento y le dice al Fiscal Especial Independiente que la jefa de fiscalía le presionó con ajotarle la fiscalía federal si ella no acusaba a Itza García. Precisamente, la jefa de fiscalía federal llamó al programa de Rubén Sánchez en WKAQ y dijo al aire que confiaba 150% en Wanda Vázquez en el mismo medio que el Fiscal Especial estuviera acusando a Vázquez de estar usando su silla para su beneficio personal, llevando casos y presionando para lograr que se metiera gente presa para su conveniencia. 

Imagínese lo valiente que usted tiene que ser para ir al FEI y decirle de las presiones que sufrió y dejar bajo juramento esto plasmado mientras a la vez reconoces que esta persona es capaz de crearle un rancho a cualquiera, como ella misma había acusado antes al FEI. Hay que ser bien valiente para hacer eso. Pero no fue ella nada más. Salió otra información de que su esposo citó en plena sala del tribunal a un posible testigo y le pidió ayudar a su esposa. O sea, un juez le pide a un testigo que se comunique con el abogado de su esposa que es la secretaria de Justicia y aquí no pasó nada camarada. Todas las presiones naturales que esta gente “no se da cuenta que ejercen”. 

Otro fiscal dijo que Wanda Vázquez, que oficialmente se había inhibido del caso donde su hija y yerno (empleado de ella btw) estaban vinculados, daba instrucciones, direcciones, preguntaba sobre el caso y hasta solicitaba estar en reuniones donde ella estaba “inhibida”. Vimos que para un caso envió a cuatro fiscales para un caso bobo contra Leo Aldridge y todo por este haberle llevado el caso de una jovencita a quien querían llevar hasta la cárcel y apelaron hasta casi el tribunal celestial por haber empujado a una compañera en la escuela.

Ni hablar de que sus hijas ambas trabajan en puestos interesantemente bien pagos en el gobierno y que bajo juramento está dicho que cuando el esposo de una dijo que era demasiado el castigo en el famoso caso de Tyronne (su primo), la hija usó contra Tyronne las palabras proféticas que ahora debemos dedicarle a Ricardo Rosselló… “cállate la boca, que por culpa de ese cabrón estamos aquí”.