“No es justo”.

A la líder comunitaria Mirta Colón no le satisface que “a estas alturas” no conozcan el destino de las familias que hace siete años salieron del antiguo residencial Las Gladiolas en Hato Rey con la promesa de que serían reubicadas en una nueva estructura.

La portavoz del movimiento comunitario Las Gladiolas Renace participó ayer junto al gobernador Ricardo Roselló de un open house en el Renaissance Square, un proyecto de vivienda pública que está en su etapa final de construcción y que ubica donde fueron demolidos en el 2011 los cuatro edificios que lo componían.

La novedad de este desarrollo estriba en que integrará a familias de diversas composiciones sociales.

Allí irán a vivir personas a través de programas de Vivienda Pública, Sección 8, por Low Income Housing Tax Credits y por mercado privado.

Durante el encuentro, se anunció que de las 125 familias que vivían en el caserío, 81 quedaron en inventario y fueron invitadas por el desarrollador en agosto a un taller de realojo. Asistieron 68. 

Estas entregaron los documentos requeridos para cualificar para una vivienda. Del grupo, un 75% ha sido evaluado.

Colón, que entregó los documentos y no sabe si fue precualificada, confesó que estará satisfecha el día en que le den la llave al último residente de Las Gladiolas, según el compromiso que hizo el gobierno.

La promesa fue proveerles vivienda segura en otros espacios disponibles por subsidio gubernamental y darles prioridad en cualquier otro proyecto de residencias que se desarrollara en el área.

Aunque dijo que cree en la “buena fe y en los compromisos”, sostuvo que le asalta la duda, porque “al día de hoy no sabemos qué familias fueron cualificadas, y esto es una incertidumbre y nos crea angustia”.

“No es que nos vayan a tratar como cualquier otro, es que aquí hay un compromiso... de darle prioridad a las personas que residíamos aquí”, reiteró.

Daniel F. Acosta, director del proyecto y vicepresidente senior del desarrollador McCormack Baron Salazar, por su parte, confirmó que la prioridad sí son los antiguos residentes del complejo.

“Tenemos un plan de realojo el cual tenemos que seguir y que nos dio el Departamento de la Vivienda”, sostuvo.

Indicó que las 81 familias “tienen prioridad por los primeros 120 días, antes de abrir las unidades al público en general”.

Acosta, quien aceptó que por los huracanes Irma y María ese tiempo se extendió, aclaró que una familia de ese grupo podría no cualificar, por ejemplo, si tiene récord criminal, “porque queremos una comunidad saludable, que progrese”.

Se espera que para enero próximo estas familias estén en las viviendas. Todavía se trabaja en los permisos de uso.

Renaissance Square es su nombre 

Colón tronó contra el nombre que le dieron al complejo de 140 apartamentos, de dos y tres habitaciones.

“Entonces, ellos pretenden que nosotros podamos pronunciar el Reinaissance ese, que eso es en inglés y vivimos en Puerto Rico y el idioma oficial es el español”, dijo la líder comunitaria.

Aunque aseguró que le gustó que le pongan un nuevo nombre al lugar, cuestionó por qué no pudo ser en español.

“¿Tú viste lo lindo que se oía cuando ellos hablaban (en la conferencia de prensa) del nuevo renacimiento en esta área?... En última instancia, nadie le va a decir el nombre de Renaissance ese, que no entendemos, y le vamos a decir el nuevo Gladiolas”, aseguró.

Agregó que está consciente que el proyecto es como una especie de conejillo de indias. 

“Estamos rogando y pidiéndole a Dios que, efectivamente, estemos equivocados y que esto dé un buen resultado”, añadió.

Mientras, Acosta aceptó que estos proyectos, establecidos también en Estados Unidos, tienden a crear resistencia. “El concepto de nosotros es no segregar a familias de escasos recursos... sino tener diferentes clases socioeconómicas en la misma comunidad”, agregó.