Luz al final de la carretera.

Más de 5,000 personas que llegan a sus destinos por la carretera PR-446, en una dos semanas podrán transitarla de nuevo luego que estuviese cerrada por seis años.

El alcalde de San Sebastián, Javier Jiménez, dijo a Primera Hora que la gente del área, específicamente los del barrio Guatemala hacia Robles, donde residen 22 familias -la mayoría ancianos- se encuentran en “estado de ansiedad”.

Incluso, hubo muertes adjudicadas por el contratiempo de tomar una vía alterna.

“La gente ha sufrido mucho”, reconoció al mencionar que un estudio encomendado por un juez a la Oficina de la Procuraduría de las Personas de Edad Avanzada reveló que “hay gente con un grado de depresión profunda”.

Jiménez indicó que aun hay un caso en el tribunal -que presentó la alcaldía bajo la administración del entonces gobernador Alejandro García Padilla y continuó en esta- a favor de esas comunidades.

“Justicia tardía no es justicia. A esos dos viejitos que murieron en esa angustia de estar dando la vuelta... tuvieron que abandonar sus casas, porque estaban postrados y alquilar casas”, indicó.

En el pleito ya se han gastado unos $70,000 que, según el alcalde, si se hubiesen usado para arreglar la carretera “ya eso se hubiese resuelto”.

Esa vía conecta el área urbana con los barrios Robles y Aibonito Guerrero en Pepino y parte de Galateo y el barrio Plana de Isabela; también hay acceso a colindancias con Camuy y de ahí a la PR-2.

Ante la dejadez del Gobierno, el alcalde optó por invertir casi $100,000 y creó un desvío.

“Pudimos adquirir una vivienda, que demolimos, e hicimos un by pass. Lo que nos falta es asfaltarla y le hicimos una solicitud al gobierno central”, informó al adelantar que si la brea no llega, él se encargará también de esos trabajos.

“Yo voy a abrir la carretera en no más de dos semanas”, sentenció.

De hecho, unas de las rutas -mucho más lejos- que usaban los residentes para transitar, por el barrio Hoyamala, en la carretera PR-119, colapsó hace semana y media, complicando la situación.

El otro acceso -que también es una opción- se perjudica cuando llueve porque crecen los ríos. 

Los comercios locales que hay en esa zona también se afectaron por la pérdida de tránsito.

“La gente está contentísima”, afirmó Jiménez sobre la acogida que le ha dado la gente a la iniciativa.

En cuanto a la falla geológica que hay en el área donde se hizo el desvío -que cubre como un kilómetro y medio- el ejecutivo municipal expresó que ya le dio instrucciones a la Oficina de Manejo de Emergencias para que todos los días hagan una inspección ocular y presente un informe.