Toa Baja. La Escuela Lorencita Ramírez de Arellano fue una de las cientos de escuelas cerradas por el Departamento de Educación, pero lejos de quedar en el abandono como muchas otras, la comunidad se organizó, la tomó y la puso a producir.

A través de los miembros del Movimiento Rescate de mi Escuela en Levittown, Toa Baja, ahora el aula se ha convertido en un centro de talleres educativos para grandes y chicos con recursos especializados que no cobran un centavo por sus servicios. 

El Movimiento creado luego de una alianza con los los líderes del grupo Toabajeños en Defensa del Ambiente, la Federación de Maestros de Puerto Rico y el Partido Independentista Puertorriqueño, se apoderó de las instalaciones y aunque como dispuso Fortaleza, sometió en febrero una propuesta para que considere su traspaso a la organización comunitaria, sin embargo, aun esperan respuesta.

A esa denuncia que realizaron hoy en el plantel, se suma la amenaza un corte de luz por parte de la Autoridad de Energía Eléctrica, lo que impediría continuar con sus servicios, pues muchos de ellos se realizan en horario nocturno o las herramientas a utilizarse para ofrecer los talleres necesitan del servicio eléctrico. La escuela tiene una avería y los líderes de la organización realizaron una querella hace más de seis meses, pero presuntamente se negaron a corregir la misma por no tener un contrato con la Autoridad.

“Necesitamos que se resuelva esta situación de manera inmediata porque al ellos querer cortarnos la luz, quieren desmantelar el proyecto. Y ¿quién va a perder?, los niños de esta comunidad, las niñas de esta comunidad que ya perdieron su escuela y están hacinados en la Escuela (Dr.) Efráin Sánchez Hidalgo y la Carmen Barroso (Morales), que han vivido el trauma de un huracán y el trauma de que le cierren su escuela y ahora también amenazan con cerrarnos el proyecto. Es hora de que el gobierno, que desmanteló esta escuela, que gracias a nosotros se ha rescatado, tome una postura. Que se deje de darle largas al asunto y nos acabe de traspasar el plantel al Movimiento para darle seguimiento a los servicios que ofrecemos”, sostuvo Mercedes Martínez, también presidenta de la Federación de Maestros de Puerto Rico.

Lejos de quedar en el abandono como muchos otros, el plantel se ha convertido en un centro de talleres educativos.

“Aquí (en la escuela) hemos hecho lo que no hizo el Departamento, aquí fuimos casa por casa, hicimos un censo, se tabuló, se le entregó a Fortaleza y el censo establecía lo que querían que ocurriera en esta escuela de la comunidad y lo establecieron los vecinos y los miembros de la comunidad, se ha establecido”, dijo.

Actualmente, en la escuela se ofrece clínicas de baloncesto, voleibol, judo y esgrima. De igual manera, talleres de bomba, clases de teatro, de tejer, capoeira, creación de estructuras con pastilinas, salud corporal, taller de dibujo, hábitos de estudio, autoestima, cambio climático, huerto casero, confección de chiringa, entre otros. Otro que está por iniciarse es la que ofrecerá la Asociación de Torneros de Madera de Puerto Rico.

“Nosotros queremos tener respuesta de lo que nosotros sometimos. Queremos que el Departamento (de Educación) reconozca que la escuela está operando y que lo estamos haciendo de la mejor manera a costa de donativos que nos da la comunidad y que nosotros aportamos. Es negociar el cómo nosotros nos podemos hacer cargo de la escuela, nosotros no tenemos recursos económicos, no podemos pagar un alquiler a precio de mercado y menos comprar una escuela”, dijo Juan Camacho, miembro de la organización.

Camacho indicó que inicialmente el Movimiento les indicó que estaban de acuerdo con un arrendamiento de $1, pero asegurando que este se realizara por un tiempo determinado y no sujeto a una revisión anual.

Abogaron también para que la Legislatura apruebe la Resolución de la Cámara 481, incoada por el representante Dennis Márquez y apoyada por el representante Pedro “Pellé” Santiago, que cedería el plantel al Movimiento.

“Cualquiera de las alternativas tiene que ser que no contemple una renta que no podemos pagar y que no contemple que nos pidan dos o trescientos mil por este edificio, que los puede valer pero que nosotros no tenemos”, dijo Camacho. 

“Si en la misma medida que se han dado 164 permisos de escuela por $1, muchas de ellas a entidades comerciales, pues nosotros entendemos que tenemos ese derecho porque estamos cumpliendo con los objetivos que planteaba la subcomisión que una de sus tarea tendría que ser educativa. Nosotros estamos aquí, el departamento sabe que estamos aquí”, puntualizó Camacho.

Por otro lado, Camacho también abogó para que precisamente ese dinero que se obtenga de la venta y alquiler de las escuelas cerradas, se conviertan en fondos para sufragar los gastos de mantenimiento de las demás escuelas del distrito. 

“Que aprueben la resolución en Cámara y Senado, que la firme la gobernadora o que la comisión interagencial encargada en destinar las escuelas en desuso, pues nos acaban de hacer el arrendamiento a precio nominal de $1 por bastantes años para que este proyecto tenga continuidad y que de una vez ese comité que está evaluando las escuelas en desuso evalué la Escuela Amalia López de Vila y la Escuela (Elemental) John F. Kennedy para que reabran. Lo niños de la comunidad necesitan sus escuelas, están hacinados”, señaló Martínez.