Amplían plan de desalojo en Las Gladiolas.

Veintiún familias de la torre 301 del complejo de vivienda pública de Hato Rey fueron alertados en plena Navidad de que ellas también deben abandonar la estructura en que viven, en su caso por problemas con el suministro de agua.

La líder comunitaria Mirta Colón Pellicier dio a conocer ayer que el pasado 28 de diciembre los residentes de las torres 300 y 301 recibieron notificaciones similares a las que el Departamento de la Vivienda envió en noviembre a las familias de las torres A y 300, advirtiéndoles entonces que quedaban sujetos a un plan de reubicación de “emergencia”.

En las misivas que les fueron remitidas a las 38 familias residentes en estas dos últimas torres se les daba como “excusa” para el desalojo que desde 2005 Vivienda federal designó ambas estructuras como “peligrosas”.

Según la American Management, compañía que administra Las Gladiolas, las torres A y 300 padecen de “problemas estructurales serios que ponen en riesgo la salud y la seguridad de los inquilinos”.

Colón Pellicier contó que en diciembre las torres 300 y 301 se quedaron sin agua durante una semana a causa de fallas en la cisterna que les suministra el agua potable a los inquilinos de ambos edificios.

El Gobierno pretende desalojar por completo el complejo residencial Las Gladiolas y dentro de dicho plan las torres A y 300 serían las primeras en ser demolidas.

Las Gladiolas ubica en Hato Rey en un costoso predio de terreno justo al lado de la zona bancaria conocida como La Milla de Oro.

El Departamento de la Vivienda estatal ha advertido que aquellos residentes que no acepten mudarse quedarán sujetos a la cancelación de su contrato de alquiler.

De ahí en adelante, lo que quedaría pendiente es un desahucio forzoso.