El boricua le dio tan duro a la carne de lechón del país en las pasadas  navidades que los porcicultores están haciendo de tripas corazones para poder cubrir la demanda ante la escasez que enfrentan.

Ángel Rodríguez, presidente de la Cooperativa de Porcicultores de Puerto Rico y el Caribe (Cooporci), que se dedica a la producción de lechón de asar para lechoneras, confesó que les “sorprendió a todos el incremento en ventas”.  

Hasta abril “hay una escasez real de cerdo del País, porque realmente el consumo en la Navidad se fue por encima de lo normal… Los cerdos que salen para lechoneras deben estar pesando entre una 150 a 170 libras y para nosotros poder cumplir (con la demanda)… estamos supliendo cerdos de menor tamaño”, aceptó el porcicultor.

Sin embargo, dijo que la situación “la acogemos con alegría porque creemos que es la primera vez -luego de casi 15 a 20 años- que se ve esto”.

Esta bonanza va atada “a la conciencia que tiene ahora el puertorriqueño… de comprar cerdo del país. Ahora la exigen”, insistió Rodríguez.

El secretario de Agricultura, Carlos Flores, reconoció el nuevo patrón de consumo.

“Esto nunca lo habíamos visto -yo llevo 33 años como profesional- y la realidad es que hubo un despertar del consumidor puertorriqueño, después del huracán María, a consumir lo local...”, indicó.

De hecho, Rodríguez mencionó que quienes venden cerdos de 240 libras en adelante -que suplen a los supermercados y mercados institucionales, como el gobierno- “también están pasando un periodo de escasez”.

A preguntas de Primera Hora de si anticipaba un déficit en los supermercados, el secretario de Agricultura no descartó que hubiera “porque no tenemos ahora los abastos… y puede que por uno, dos o tres meses la carne local no esté en la abundancia que la teníamos en navidades, pero es algo cíclico… como ocurre en muchos de los sectores agrícolas”.

Aclaró que ese espacio, con el ajuste del mercado, lo cubre la carne importada.

Ante los malabares que hacen los productores para suplir la demanda, Flores reconoció que “todos están haciendo lo mismo, porque hicieron su agosto en Navidad”.

“En realidad es que todos vendieron los inventarios; lo más que tienen ahora son cerditos pequeños, cerdas preñadas en crianza, pero vendieron todo… Se vendieron cerdos sobrepeso, en peso y algunos hasta por debajo del peso”, expresó el funcionario.

En la Isla se venden unas 222 millones de libras de carne de cerdo al año, según Rodríguez. De estas, los criadores locales producen 13.7 millones, equivalente a un 4% del consumo anual.

“Entendemos que cuando salgan los próximos números eso debe estar en un 7% u 8%”, sostuvo.

La cooperativa anticipa que en unos tres años estarían cubriendo el mercado de carne local en casi un 30%.

En años recientes, para esta época los porcicultores terminaban con excedentes de producción de hasta un 30% , que vendían más barata.

Pero, en diciembre pasado “se logró vender prácticamente el 95%”.

Con ese restante 5% es que la industria empezó a bandearse en estos meses en lo que aumenta el inventario.

Es en todos lados

Primera Hora visitó la granja Canais en Cidra, donde su propietario Pedro Rivera, confirmó que vendió todo el inventario.

Allí tiene capacidad para criar 250 cerdos. De estos, mensualmente llevan entre 50 y 60 al matadero.

Sin embargo, este mes solo podrá sacar 25 lechones. Los que podrían estar listos en las próximas semanas. En estos momentos, el peso de los animales ronda las 70 libras.

“Ahora (el corral) está vacío, porque este diciembre se vendió todo y para la cooperativa hubo que sacarlos pequeños”, mencionó el agricultor, quien hace referencia a que los lechones se tuvieron que vender en un peso de 100 libras.

Esta es una de las alternativas que tomó la cooperativa -que agrupa a 41 porcicultores de los casi 80 que hay en la Isla- y les ha resultado.

Rodríguez dijo que en lugar de llevar 20 cerdos a una lechonera les venden 30.

Al matadero están llevando semanalmente alrededor de 250 cerdos cuando necesitan unos 300 para cumplir con los pedidos.

El porcicultor reconoció que han tenido que dejar de suplir carne a los clientes que no son fijos y que hay muchas otros que les están encargando.

La libra de cerdo del país asado en las lechoneras se vende entre $9.50 a $10. Pero en muchos establecimientos pudieran alcanzar los $12.

En cuanto al precio del cerdo para la lechonera, el congelado se puede vender hasta en $1.49 la libra, y el de aquí, para que haya un margen de ganancia, está entre $1.85 a $1.90.

Actualmente, en Puerto Rico hay 62 lechoneras. De estas, 14 están certificadas bajo la marca “Cerdo Rico, 100% de Puerto Rico”, que garantiza que el cerdo que van a asar es provisto por la cooperativa. Otras 12 también son suplidas esporádicamente por la cooperativa. Del total, otras 10 le compran el cerdo a productores locales.

“Estamos hablando que casi el 60% del mercado lo tiene el cerdo americano”, aceptó Rodríguez.

De aquí, como el coquí

Uno que lleva más de 25 años vendiendo cerdos de granjas del país es el propietario de la Lechonera Los Pinos en Guavate, Cayey.

Tomás Rodríguez expresó que “aquí siempre tenemos acogida porque nos dedicamos a dar la mejor calidad de carne. El cerdo de nosotros es 100% del país”.

Dijo que “los porcicultores siempre están dispuestos a trabajar y van aumentando, y nos han dado energía para seguir superándonos y dándonos más servicios”.

Mencionó que además del consumidor local, hasta allí llegan muchos turistas incluyendo “coreanos, filipinos, europeos”.

Clientes como Julio Báez, de Guaynabo, que visita regularmente el establecimiento, también prefiere la carne local aunque tenga que pagar un poquito más.

La campaña rinde frutos

Además del llamado continuo del Departamento de Agricultura a que se consuma lo producido en la Isla, al que se suman los distintos gremios de agricultores, Rodríguez le achaca el florecimiento al poder de las redes sociales que “dan a conocer al consumidor que hay lechoneras que venden cerdo del país”.

De hecho, los establecimientos que le compran carne de la cooperativa tienen un sello que las distingue.

Rodríguez dijo que fue estrategia de la cooperativa, para competir con el cerdo importado, concienciar al consumidor que iba a un negocio y no le decían que el lechón era americano, siendo engañado.

Se las inventan

Ahora, además de continuar supliendo a las lechoneras con cerdos de menos peso para lidiar con la escasez, la cooperativa dividió las granjas productoras en cuatro grupos. Así, cada uno suple cerdos una vez al mes.

Si al grupo que le toca esta semana le faltan lechones, lo toman del segundo grupo y así sucesivamente para cumplir con la demanda.

Mientras tanto, y adelántadose a los últimos meses del año, cuando hay más demanda de esta carne, aumentarán “el número de madres reproductoras, cosa de que en mayo estén preñadas y viene a parir en Agosto. El cerdo sale para más o menos noviembre para las lechoneras”.

Anticipó para esta Navidad el lechón del país no va a faltar. “Aumentaremos el inventario y para los meses de enero y febrero, próximos, tampoco va a haber escasez”.

Es momento de crecer

El secretario de Agricultura dijo que ellos tienen como paradigma -mediante acuerdos- que se produzca lo que se va a vender y esto ha ayudado a que la producción local se consuma.

Mencionó que así cada productor “sabe cuánta es la demanda y tiene ya el número de cuántos animales pueden producir al año”.

Flores dijo que este auge también ayudará a que la industria se desarrolle, con lo que coincidió Rodríguez.

“El agricultor tiene que expandir su negocio; hacer mejores planes de manejo de residuos de la porqueriza; tiene que invertir en mayor capacidad para recibir alimentos… También estamos hablando de aumentar la infraestructura…”, mencionó Flores.

Rodríguez agregó que “esto nos ha permitido permitido y nos da margen para incrementar la producción y la venta. Nos va a permitir un aumento en la industria porcina de Puerto Rico”.