Ojo con el virus de manos, pies y boca
El Departamento de Salud insta a adoptar medidas para evitar el contagio de la enfermedad que afecta principalmente a la niñez.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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El incremento en casos de niños contagiados en las últimas semanas con el virus conocido como la enfermedad de manos, pies y boca mantiene en alerta a las autoridades salubristas por lo que se exhorta a los padres a reforzar las medidas de control de higiene para reducir los riesgos de infección.
Según el subdirector de la División de Epidemiología del Departamento de Salud, Julio Cádiz, en el último mes se observó un aumento en el reporte de casos de la región este de la isla donde, incluso, se han tenido que cerrar temporeramente unos centros de cuido ante el alza de niños en edad preescolar que han sido contagiados con el virus también conocido como estomatitis.
Los síntomas de esta enfermedad altamente contagiosa incluyen fiebre, pérdida de apetito, dolor de garganta, llagas dolorosas en la boca (incluyendo amígdalas y paladar) y sarpullido en forma de puntitos rojos que, luego pueden convertirse en ampollas, en la palma de las manos y planta de los pies. En casos extremos, algunos pacientes pueden perder sus uñas semanas después de contraer el virus.
Aunque las cifras de Salud aluden a 18 casos confirmados en la región este, Primera Hora supo que el número es mucho más alto pues en una sola oficina pediátrica ubicada en Río Grande la cantidad de menores atendidos con síntomas del virus alcanzaron los 22 pacientes en menos de una semana.
De hecho, el virus -que ocurre con mayor frecuencia en el verano y principio de otoño- también parece estar provocando un pequeño brote en el área metropolitana (San Juan y Caguas), según destacó el pediatra Fernando Ysern, presidente del capítulo de Puerto Rico de la Academia Americana de Pediatría.
“En las últimas tres semanas estamos pasando por un pequeño brote del virus. Esta enfermedad, provocada por la familia de los enterovirus, particular por el grupo coxsackie, es relativamente común en Puerto Rico pero usualmente atendemos uno o dos casos al mes. Esa frecuencia ha aumentado y se están viendo uno o dos pacientitos cada par de días en las últimas semanas”, dijo el galeno con oficina en Caguas y quien también trabaja en el Hospital San Jorge, en Santurce.
Ambos médicos coincidieron en que las complicaciones del virus son mínimas, aunque pudieran surgir excepciones a causa de la fiebre o por deshidratación (pérdida de líquidos) en caso de aquellos niños cuyas laceraciones dentro de la boquita no les permitan ingerir alimentos.
Sin embargo, es importante llevar al niño a su pediatra no importa cuál sea el cuadro para un diagnóstico certero de la enfermedad. Especialmente, porque hay otros viruses en el ambiente como el dengue, chikungunya y el zika.
Explicaron que la enfermedad conocida en inglés como Hand, Foot and Mouth es común entre pequeños menores de cinco años, aunque también le puede dar a niños de mayor edad y adultos . Añadieron que usualmente la enfermedad dura entre 5 a 7 días y que no tiene un tratamiento específico. Básicamente la exhortación a los padres es aliviar los síntomas de la fiebre y el malestar de las úlceras y sarpullido con medicamentos over the counter como ibuprofen y los antihistamínicos. Algunos médicos también optan por recetar un enjuague bucal que alivia el malestar de las lesiones.
En cambio, la sugerencia de Cádiz y de Ysern es evitar la propagación del virus tomando medidas drásticas de higiene en el hogar o lugares frecuentados por el paciente pues la infección es transmitida de persona a persona por contacto directo con secreciones nasales u orales durante al primera semana de la enfermedad.
“Lo esencial es la higiene y evitar contacto directo con el paciente contagiado. Casi siempre los primeros tres días de enfermedad son de encubación y no es hasta el cuarto día que aparecen la fiebre, la pérdida de apetito, el dolor de garganta y las ampollas… es ahí cuando hay peligro de contagio”, dijo Cádiz al sugerir a los padres utilizar guantes de latex cuando cambien los pañales de sus niños y proseguir las medidas de seguridad con un lavado de manos con agua y jabón.
Recomendó a las mujeres embarazadas a evitar el contacto con pacientes que tengan la enfermedad pues “el virus puede pasar la barrera placentaria y provocar que el bebé nazca contagiado”.
Esta no es la primera vez que se suscita un brote de este virus pues en 2001, 2008 y 2014 portavoces del Departamento de Salud hicieron denuncias públicas sobre una alta incidencia de casos en la Isla, según se constata en diversos archivos de noticias.
De hecho, en 2001 el brote duró casi dos meses (de septiembre a noviembre) y se reportaron más de 1,100 casos en la División de Epidemiología de la agencia.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
Lavar frecuentemente las manos con agua y jabón durante 20 segundos, especialmente después de cambiar pañales.
Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca si no se ha lavado las manos.
Evitar el contacto cercano como dar besos y abrazos, o compartir vasos o cubiertos con las personas que tengan la enfermedad.
Desinfectar las superficies y los objetos que se tocan con frecuencia, como los juguetes y las manijas de las puertas, especialmente si hay alguien enfermo.