En su afán de estrechar lazos con Puerto Rico y de ayudar a entidades que laboran por el bien de los jóvenes del país, la organización hispana sin fines de lucro Somos el futuro anunció este miércoles que su segundo torneo de golf será a beneficio del hogar de niñas San José de la Montaña en Guaynabo.

Según explicó el asambleísta Estatal por el Distrito 51 (Brooklyn) en New York y presidente de Somos el futuro, Félix Ortiz, la actividad se llevará a cabo el 6 de noviembre próximo en el Dorado Beach y añadió que un 50% de las ganancias serán destinadas para el mencionado hogar. El otro 50% irá a parar a las arcas del programa de intercambio estudiantil entre la Universidad del Sagrado Corazón y la Universidad del Estado de Nueva York (SUNY, por sus siglas en inglés) que conduce la organización Somos el futuro.

"Un 50% de las ganancias van a ir directamente al hogar San José de la Montaña. Nosotros nos enteramos de la existencia de este hogar y del trabajo que realiza a través de Rita Paniagua y de Andrés Rivera (miembros de Somos el futuro). Ellos visitaron el centro y platicaron con sus encargados y con las niñas. Ahí se nos recomendó ayudar el hogar. El pasado año ayudamos al Hospital Oncológico Dr. Isaac González", apuntó Ortiz.

El asambleísta Estatal agregó que torneo formará parte de las actividades de la convención que realizará Somos el futuro en el hotel Condado Plaza, en San Juan, del 5 al 9 de noviembre.

El hogar de niñas San José de la Montaña en Guaynabo fue fundado hace 53 años por un grupo de religiosas de la Congregación Madre de Desamparados de San José de la Montaña y en ese momento se dedicaba a acoger niñas huérfanas.

Actualmente alberga a 17 niñas de entre las edades de cuatro a 13 años (aunque tiene capacidad para 30 jovencitas) que provienen de hogares disfuncionales. Las chicas viven en el hogar de lunes a viernes y son llevadas a estudiar a distintos colegios católicos por las monjas. Durante los fines de semana, regresan a sus casas para compartir con sus familiares.


Las niñas ingresan allí luego de llenar un formulario. Tras ser aceptadas, las religiosas se encargan de darles albergue y guía a las niñas, mientras trabajan con su núcleo familiar mediante talleres y otras actividades.

"Actividades como esta (el torneo de golf) son bien importantes porque ayudan a hogares como este que son vistos como una bendición para las madres que saben que tienen a sus niñas seguras, educándose en colegios. Saben que nosotras las queremos y las acogemos. Las niñas están seguras y tienen una educación en valores. Para nosotros es una bendición particularmente en tiempos como este, de dificultad económica", afirmó la madre superiora Mary Ruiz Sandoval.

"Para mí es algo sumamente bellísimo", agregó -por su parte- el reverendo diácono Frederick Kurr, quien recordó el momento en que una de las niñas que creció en el hogar regresó convertida en una profesional para darles las gracias por todo lo que habían hecho por ella.

Durante la conferencia de prensa en la que se anunció la actividad, varias de las niñas que viven allí estuvieron presentes y dieron testimonio de la diferencia que hace en sus vidas este hogar.

"Este programa me gusta. Estoy aquí desde los siete años. Madre Gema siempre nos cuida y nos lleva a la escuela por las mañana. Nos levanta temprano, comemos con ellas (las monjas que atienden el hogar)... Para mí estar aquí ha hecho una diferencia en mi vida", compartió Perla M. Galván Santos, de 12 años, mientras las hermanas Janelys y Nelianys López aprobaban con sus gestos las palabras de su amiga.