Al son del cuatro, la guitarra y el güiro, todos los años los puertorriqueños reviven las tradicionales Misas de Aguinaldo, en preparación a la celebración del nacimiento del niño Jesús, que se celebra el 25 de diciembre.

Ya en algunas iglesias de la Isla, tan temprano como a las 5:00 de la madrugada, cientos de feligreses se congregan para celebrar la Eucaristía, que es amenizada con aguinaldos, y luego los asistentes participan de cánticos y un desayuno caliente.

El padre Pedro Rafael Ortiz, de la Parroquia Santo Cristo de la Salud en Comerío, dijo que esta tradición -que llegó desde Sevilla, con el obispo Don Alonso Manso-, “es precisamente un novenario de la espera al parto de la Santísima Virgen María y esto posee un gran sentido teológico y socio-cultural en Puerto Rico”. 

El párroco aceptó que en la mayoría de los países hispanoparlantes ya no se celebran. En otros, sí hacen las posadas, entrada la noche. 

“Las Misas de Aguinaldo son parte de nuestra religiosidad de pueblo, de una experiencia socio-cultural religiosa que desde tiempos inmemoriales ha marcado y seguirá pregonando en Puerto Rico los valores cristianos que hemos heredado de nuestros antecesores, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Esperanza”, sostuvo el religioso.

Mencionó que en el siglo XVI ya la celebración de esa advocación figuraba en el Misal Sevillano que trajo el primer pastor puertorriqueño, el obispo Manso, en 1512.

“Así que la primera evidencia documental de la celebración la encontramos en el acta de Cabildo de la Catedral de Puerto Rico, el día 15 de diciembre de 1654, (donde se dispone que las misas se digan de madrugada)”, explicó Ortiz.

Durante el novenario, los elementos y las temáticas de las lecturas “atienden lo que son el preanuncio de los profetas de que viene el Salvador, la genealogía de Jesús que hace énfasis en lo que es la humanidad y la trayectoria histórica de Jesús; el nacimiento de Juan ‘El Bautista’ y también el encuentro de María con su prima Isabel”.

Las misas se hacen entre las 5:00 y 6:00 de la mañana. 

“Se celebran al amanecer, porque es un cántico a la Virgen de la Esperanza y se mantiene la tradición… de manera que los últimos cánticos coincidan con la salida del Sol. Acuérdate que el Sol -bíblicamente hablando- se plantea como el símbolo del sol espiritual, Jesucristo…”, insistió padre Pedro.

Originalmente, siempre se celebraban del 16 al 24 de diciembre. Sin embargo, “por las situaciones que hay en muchas de nuestras comunidades, la mayoría la hemos adelantado -con el permiso de algunos obispos- del 15 al 23 de diciembre para que nos dé tiempo a prepararnos con todos los detalles tan importantes que tenemos que asumir para la celebración del día del nacimiento de Jesús, la Nochebuena”.

A esa celebración se le conoce popularmente como la Misa de Gallo, porque cuando se realiza “materialmente coincide con el cantío del gallo”. 

En algunas parroquias se hacen más temprano, porque los feligreses, luego de la celebración, tienen que ir a sus trabajos. 

De igual forma, en muchas iglesias las inician el 16 de diciembre. 

Otra tradición es celebrar una misa en cada comunidad.

“Así se facilita fomentar esa red de pequeñas comunidades o de comunidades eclesiales de base que constituyen la parroquia y le da más énfasis y más cercanía en términos de la celebración litúrgica. También, en términos del compartir familiar, después que celebramos la liturgia nos movemos a una de las casas vecinas para dar un Aguinaldo, cantar, compartir y se comparte un desayuno que la misma gente lo prepara”, explicó Ortiz.

En el caso de Comerío, para este año integrarán la participación de artistas nacionales como Danny Rivera, Ismael Miranda, Quique Domenech y Hermes Croatto, entre otros. Por eso, todas las misas se celebrarán en el salón parroquial para facilitar la dinámica.

Cada comunidad preparará la misa con los signos y símbolos litúrgicos, así como el desayuno para los asistentes.

Como parte de los cánticos “se usan los aguinaldos, porque ese es el estilo preferido de los trovadores desde tiempo antiguo para cantar temas durante la Navidad”.

Sin embargo, según el párroco, “este término posee un doble significado, en primer lugar la música o el villancico de Navidad, y en segundo lugar el regalo o aguinaldo que se da en Navidad, o más tarde en la Epifanía”.

Además de la variedad de aguinaldos, se cantan villancicos en el que los músicos usan también el tiple, la pandereta, maracas, bongós y tambores.

Parte de la decoración de la iglesia incluye un pesebre para darle un lugar especial a la Sagrada Familia, representando la espera y la alegría.

“En todas las iglesias hay un nacimiento para representar la espera de José y María ante el nacimiento de Jesús”, agregó.