Dos vaguadas provocarán una semana con lluvias de dispersas a numerosas, principalmente en el interior y oeste de la Isla, informó la meteoróloga Lee Ann Inglés.

Desde ayer, una primaria vaguada es la responsable de aguaceros en las tardes. Hoy, la historia se repetirá, según indicó la experta.

Se espera que después del mediodía comiencen a generarse “aguaceros de dispersos a numerosos a través del interior y oeste de la Isla en horas de la tarde. En el este podrían registrarse aguaceros pasajeros”, detalló.  

Indicó que ayer llovió entre 1.5 a dos pulgadas de lluvia, principalmente en el interior y oeste. Se espera que esa misma cantidad se reporte para hoy.

“No se descartan aguaceros en la zona metropolitana por la banda que se genera en El Yunque”, precisó Inglés.

Debido a que los suelos están saturados, “no se espera mucho para que los suelos y ríos comience a reaccionar” y generen inundaciones urbanas y de pequeños riachuelos. Estas acumulaciones de agua serán posibles, pues el flujo de viento es leve y provocan que los aguaceros permanezcan estacionarios por más tiempo.

“Se espera que (esta lluvia) se disipe a la puesta del sol”, detalló.

Esta lluvia se extenderá por el resto de la semana laboral. De hecho, se augura que para el jueves y el viernes se intensifique, pues llegará una segunda vaguada que carga más humedad que esta que afecta actualmente a Puerto Rico.

“Se espera que la semana tenga un patrón con bastantes aguaceros en las tardes, cada tarde, por los próximos días hasta final de la semana laboral”, informó la meteoróloga.

En cuanto a las condiciones marítimas, sepa que una marejada del norte afecta las zonas bañadas por el océano Atlántico.

Se registra oleaje picado, de entre cuatro a siete pues, para el Atlántico.

Se les exhorta a los bañistas a no entrar a nadar en las playas del litoral norte, pues hay un alto riesgo de corrientes submarinas. Mientras, para los operadores de pequeñas embarcaciones se emitió una advertencia para aguas a más de 10 millas náuticas de la costa norte.

En el mar Caribe, entretanto estará tranquilo, con olas de entre uno a cuatro pies.