Aguadilla.- Tomando como base la premeditación y tortura, el juez José Tomás Román Barceló determinó causa para juicio contra Eric Cordero Barreto y Octavio Salas Cordero, primos del contratista Agustín Arreizaga Cordero, a quien asesinaron y decapitaron, según las propias confesiones de los acusados.

Los menores, que serán juzgados como adultos, deberán comparecer a juicio el próximo 6 de diciembre.

“No tengo la menor duda de que en este caso hubo premeditación y tortura”, dijo el juez Román Barceló tras hallar causa por los delitos de asesinato en primer grado y violaciones a la Ley de Armas.

Cordero Barreto y Salas Cordero fueron declarados procesables por el psiquiatra del Estado, Rafael Cabrera, luego que la defensa intentara sin éxito establecer que no estaban aptos para enfrentar juicio por el horrendo asesinato de su pariente, ocurrido en la residencia de la víctima en el sector Loma del barrio Voladoras de Moca.

Los fiscales Miguel Deynes y Andrés Soto sentaron a declarar en la vista preliminar, como único testigo de cargo, al agente Israel Colón, de la Unidad de Homicidios, que trabajó la escena y a quien los imputados le confesaron el crimen una vez se les detuvo e hizo las advertencias de rigor.

Salas Cordero está representado por los abogados Edwin Barreto y Héctor Miranda, de la Sociedad de Asistencia Legal (SAL) de Aguadilla, mientras que a Cordero Barreto lo representa el licenciado Edwin Sepúlveda, como abogado de oficio.

El agente Colón dijo que, cuando llegó a la escena y realizó una inspección visual, observó la cabeza de Arreizaga Cordero en el counter entre la cocina y la sala de la residencia, recostada sobre el lado izquierdo y con varias fotos a su alrededor.

Luego, en el cuarto principal de la residencia, localizó el resto del cuerpo con unas 68 heridas cortantes.

Al dúo se le imputa entrar a la casa de Arreizaga Cordero, asesinarlo y decapitarlo para luego robarle dinero y prendas.

El juez no dio paso a una serie de mociones para que a los imputados se les procesara de manera individual, así como para que se le diera más tiempo a la defensa para investigar el caso.

“Ellos describieron los hechos cuando confesaron el crimen, pero no dicen por qué lo hicieron”, dijo el fiscal Deynes a su salida de la sala.