Arecibo.- La primera siembra de palmas que hizo el utuadeño José Manuel Pérez Cortés se perdió. Ahora, 14 años después, contempla con satisfacción una finca de 47 cuerdas repletas de palmas que se venden en Puerto Rico y el Caribe.

“No fue fácil”, recordó el propietario de Land Design, una empresa dedicada a la venta al por mayor y al detal de palmas, grama y otras plantas ornamentales, ubicada en la PR-2 kilómetro 71.4, en Arecibo.

Al ver el esfuerzo de seis meses completamente perdido en su primera siembra, la voluntad para seguir la consiguió al aferrarse a las metas que se había propuesto. Ahora ve con orgullo que las sobrepasó.

“Debido a que no teníamos sistema de riego ni pozo profundo, toda la siembra (dos cuerdas) se perdió”, recordó el agroempresario.

José Manuel, “Chelito” como lo conocen sus más allegados, viene de una familia de agricultores de café y farináceos en Utuado. Así que el amor por la siembra le llegó de manera natural y el conocimiento lo adquirió en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez, donde se graduó de agronomía.

Con 42 años de edad y una hermosa finca arrendada a la Autoridad de Tierras, la meta de este agroempresario es el fortalecimiento de su negocio y la expansión de sus ofrecimientos en plantas ornamentales y en servicio al jardinero en una tienda que abrió el pasado mes de noviembre.

“Cuando me gradué del Colegio de Mayagüez comencé a trabajar por cuenta propia dándole mantenimiento de áreas verdes y landscaping”, informó Pérez Cortés. “Haciendo este trabajo, veo la necesidad de otros productores de plantas ornamentales de este tipo”, agregó.

Pérez Cortés piensa que comenzó su negocio de distribución de palmas en el momento apropiado. De acuerdo con su variedad, una palma puede tardarse hasta de tres a cinco años en crecer y a veces hasta ocho. De manera que sus palmas estuvieron listas para la venta en un momento en que el mercado más las pedía.

“Logramos establecer la producción y entrar en un ciclo donde producimos un material, podemos seguir vendiéndolo y a la vez restablecerlo”, dijo. “Todo ha sido paso a paso”, señaló Pérez Cortés, quien junto a su hermano, también agrónomo y mano derecha en el negocio, José Ángel Pérez, se encargan personalmente del negocio.

Para este agrónomo, no descuidar el negocio, tener control sobre la producción, así como la calidad de sus productos y servicios han sido la clave para mantenerse con éxito en el negocio a pesar de la crisis económica, cuando el embellecimiento de los jardines no pareciera una prioridad.