A otro nivel bolígrafos hechos por estudiantes
Novedoso taller ofrece a estudiantes en Las Piedras la oportunidad de adentrarse en el mundo del diseño y la confección de finas piezas artesanales

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Las Piedras.- Las matemáticas y las ciencias nunca fueron tan divertidas para un grupo de estudiantes de la escuela Leoncio Meléndez de Las Piedras, hasta que se adentraron al mundo de la confección de bolígrafos.
Sí, leyó bien. En este plantel de nivel intermedio los alumnos tienen la oportunidad de hacer uno de los instrumentos de escritura más populares del mundo utilizando materias básicas como las matemáticas y las ciencias, elementos fundamentales del proyecto Redescubriendo y Explorando la Tecnología y sus Ocupaciones (RETO).
Así lo explicó a Primera Hora Ramón Ortiz, el maestro del curso de Educación en Tecnología -conocido antes como artes industriales- quien ingeniosamente utilizó los recursos que tiene en su salón de clases para idear un taller en el que los alumnos pudieran crear la famosa pluma.
Taller que sirvió de inspiración
“Inicialmente cogí un taller con un artesano de Las Piedras y, entonces dije: ‘esto lo puedo llevar al salón’. Se me fueron largas horas practicando, cometiendo muchísimos errores, pero finalmente logré hacer el bolígrafo con las máquinas que tenemos disponibles en el salón”, explicó.

Uno de los equipos a los que se refiere el profesor es una máquina de Código Numérico Computadorizado (CNC), un aparato que, según explicó, se encarga de moldear las piezas o soportes del bolígrafo a base de unos datos numéricos que los estudiantes introducen a través de una computadora. O sea, la máquina hace la función de lo que haría un artesano con su cuchilla y a mano.
“Pero, antes de llegar a esta máquina, tienen (los estudiantes) que pasar por el proceso de diseño donde dibujan el estilo de bolígrafo que quieren en un papel cuadriculado para poder sacar los códigos que utilizarán en la computadora. Ahí aplican destrezas como multiplicación, división, suma y resta pero de una forma divertida. Al principio les da un poco de temor, pero luego le cogen el piso y no hay quién los detenga”, cuenta entusiasmado el maestro que agradece el apoyo incondicional que ha recibido de sus supervisores Víctor Rivera y Víctor Villamil.
Actualmente, para la confección de bolígrafos y lápices mecánicos -otro instrumento que fabrican los jóvenes- se utiliza un material conocido como corián, el cual está hecho de una resina que se usa mucho como elemento de decoración para topes de baños y cocinas.
“En nuestro caso el material es donado por ebanistas de Las Piedras que nos están respaldando en el proyecto”, destacó quien ha impactado con el proyecto a más de 150 estudiantes desde que incorporó el taller a su clase hace dos años.

Entusiasmo entre los jóvenes
Entre los que han aprovechado al máximo lo aprendido en el curso se destaca Joshua Casillas, un joven de 13 años que diariamente confecciona hasta tres bolígrafos que le obsequia a amigos, familiares y maestros de su escuela.
“La verdad es que es bien interesante (el curso). Al principio, es un poco difícil aprender lo de los códigos y configuar la máquina. Pero ya me lo sé de memoria”, cuenta entusiasmado el joven.
Otras que disfrutan mucho del curso son las hermanas Alondra y Adriana Morales, quienes prefieren pasar la hora de recreo en el salón de tecnología para darle rienda suelta a la creatividad confeccionando bolígrafos.
“Me encanta”, dice Alondra mientras le daba el último toque a su más reciente creación en la etapa de ensamblaje.
Venderán las piezas
Por su parte, Yamilys Roldán, directora escolar, indicó que hay planes de expandir el taller como un proyecto cooperativo en el que se impulse la venta de los bolígrafos, cuyo costo mínimo en el mercado es de $35 debido a su elegancia y material de confección.
“La Compañía de Turismo es una de las que se interesó en el proyecto porque es un buen obsequio como artesanía”, expresó al destacar que el dinero recaudado se utilizaría para comprar materiales educativos, realizar actividades extracurriculares o cualquier otro gasto escolar.
“La idea es que la escuela logre ser autosuficiente a través de talleres como este, y otros que tenemos en agenda”, agregó Roldán.
Con estos planes en mente, el taller del profesor Ortiz -quien actualmente prepara un currículo con la idea de adiestrar a otros maestros del País- pasará a una segunda fase donde se instalará unas áreas más grandes de diseño, corte, ensamblado, control de calidad e inventario.